1×1 rojinegro: «Osito» Moreira deja la serie «viva», como quería Albert Rudé
Intervenciones del arquero manudo le pasaron una manita de pintura a una deficiente obra táctica de Rudé, tanto en planteamiento como en cambios

Oportunísima, se hizo presente la mejor versión del «Osito» Leonel Moreira en el partido de ida de la final de segunda Alajuelense vs. Saprissa.
Si los manudos salieron «vivos» de la «Cueva del Monstruo», con una desventaja de apenas un gol (2-1, agréguese el plus del gol visitante), denle las gracias al portero-capitán erizo, que, además de volver a dar una seguridad como la que irradió en otras campañas, tuvo intervenciones puntuales y salvadoras.
Así maquilló un poco el mal planteamiento de su DT, Albert Rudé, que fue avasallado la primera media hora el partido, en la que Moreira preservó un 0-0 mentiroso, hasta que más bien Gabriel Torres puso arriba a la Liga, inmerecidamente.
Después Saprissa le daría vuelta al marcador, pero los morados no salieron contentos. No pudieron «matar» al león.
Leonel Moreria: Grandioso, como en sus mejores tiempos. Tuvo tres tapadas cruciales y en los goles sus compañeros lo «vendieron», dejándolo cara a cara con Bolaños y Marín.
Ian Smith: Aunque no tuvo muchas incursiones en ofensiva, se las arregló para clausurarle la derecha a Carlos Villegas.
Giancarlo González: El árbitro le salvó la «vida». Le perdonó claro penal sobre Aubrey David y la tarjeta roja tras brutal barrida contra Josimar Pemberton.
Daniel Arreola: A diferencia del «Pipo», sí midió bien tiempos y distancias, lo que le permitió realizar intercepciones providenciales.
Yurguin Román: Destrozado por Jimmy Marín. Lo atravesó una y otra vez, como si fuera un holograma.
Bernald Alfaro: Lo desbordó el caudal creativo del Saprissa. Expulsado por jugada apretada con Kendall Waston, que le valió ver su segunda tarjeta amarilla.
Celso Borges: Más silbado, imposible. Los morados le cobraron preferir unos dólares más de los rojinegros que volver a su antigua casa. No le afectó en lo más mínimo. Jugó con su aplomo habitual.
Alonso Martínez: Era el mejor de los hombres de campo. Incisivo, peligroso, desbordante. Por eso llamó tanto la atención que Rudé lo sacara. Del otro lado, Walter Cortez se lo agradeció.
Aarón Suárez: No jugaba su mejor partido porque los morados cortaron los circuitos erizos que pretendían hacerle llegar la bola. Empero, cuando la tuvo, generó buen fútbol. Por eso tampoco gustó su salida.
Marcel Hernández: Buen pase-gol para Gabriel Torres. Y nada más. Ni la sombra del Marcel del Cartaginés.
Gabriel Torres: No solo porque clavó el 0-1 parcial, sino porque era más participativo y contribuía hasta en marca y generación desde atrás, fue incomprensible que lo sacaran a él y no al cubano.
Alexis Gamboa: Entró para formar una línea de cinco e impedir que se produjera una debacle de dos o más goles de diferencia. Si se mide por el resultado final, cumplió.
José Miguel Cubero: Al igual que el ingreso de Gamboa, fue netamente defensivo. Es el «5» más defensivo que tiene la Liga y entró a tapar goteras. En funcionamiento, igual Saprissa perforó por todos lados. En resultado final, con la derrota apenas por un gol su DT quedó conforme.
Alex López: Lejísimos de su nivel más elevado, al menos sí proporcionó más tenencia con su ingreso.
Carlos Mora: Propició un tiro libre al borde del área realmente prometedor, pero que estropearon entre Marcel y López con un doble toque innecesario que le permitió a la barrera salir a tapar. Lo que pudo ser el 2-2, quedó en nada.
Bryan Ruiz: El «Capi» fue un cambiecito de tiempo. Para que pasaran rápido el último minuto y medio.