1×1 tico: Exceso de extremos no bastó para vulnerar a Ochoa, faltaron »nueves» y »dieces» en la convocatoria
Para evaluar el Estados Unidos 1 – Costa Rica 0 en el arranque del Preolímpico de Concacaf no nos podemos hacer de la vista gorda con las bajas gigantescas con las que el Tío Sam decidió enfrentar este certamen:
Los de barras y estrellas consideraron que aún sin figuras como Christian Pulisic (Chelsea), Serginho Dest (Barcelona), Josh Sargent (Werder Bremen), Bryan Reynolds (Roma), Timothy Weah (Lille), Gío Reyna (Borussia Dortmund), Weston McKennie (Juventus) ni Tyler Adams (RB Leipzig), Reggie Cannon (Boavista), Brenden Aaronson (RB Salzburg), Joe Scally (Borussia Monchengladbach) podían aspirar a clasificar a las olimpiadas.
Pues bien, sin ellos consiguieron derrotar a Costa Rica, una Costa Rica que dominó y a lo mejor hizo méritos para haber anotado, quizás hasta ganado, pero el fútbol no es un deporte de puntuación por méritos, sino de goles, y la «B» estadounidense metió uno y le fue suficiente.
Le fue suficiente porque contó con un arquerazo que lo tapó todo. Y cuando digo todo, es todo. Fue imposible batirlo al que parece, si por la víspera se saca el día, se convertirá en un coloso del arco.
A Costa Rica le sobraron extremos, juego por las bandas, en una convocatoria saturada de ellos… Pero faltaron «nueves» y «dieces», centros delanteros pivotes y cerebros de la creación… Douglas Sequeira no convocó ni uno, ¡ni uno solo en esas posiciones!
Titulares al estilo «Esforzados», «Con las botas puestas», «Se intentó», «El marcador no refleja lo que sucedió en la cancha», »La suerte no nos acompañó», «Solo queda ganar los dos que siguen», etcétera, podrían reflejar lo que fue este partido… Pero no olvidemos que es la «B» sub23 estadounidense.
Esos ausentes son tan buenos y están destacando tanto en Europa, que están en la selección mayor estadounidense y por mucho superan a la actual legión costarricense en categoría mayor. No podemos dejar de decirlo ni reconocerlo.
Vamos al 1×1 de la «Sele» en este juego:
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Kevin Chamorro: Fusilado en el gol. Desamparado por la zaga. Le quitó el 2 a 0 a su verdugo, Ferreira.
Ian Smith: No fue a marcar a Vines en el centro del gol, sino que reculó extrañamente. Y Martínez no llegó a tiempo al cierre. Discreto.
Fernán Faerron: Regaló ún gol, pero Ferreira pegó el obsequio en el tubo. Errático, inseguro.
Aarón Salazar: Mejor que Faerron. Le tapó las «tortas».
Yurguin Román: Como el villano de Batman, «Dos Caras», fue sólido en ofensiva, pero no ofreció las mismas garantías en zaga. Ochoa no lo dejó anotar.
Jefferson Rivera: Bien en recuperación, no tanto en salida.
Bernald Alfaro: Bien en salida, no tanto en recuperación. Mejoró en la complementaria.
Alonso Martínez: Ochoa no lo dejó anotar. Salió de cambio.
Randall Leal: Bien marcado. No es »10». Lo pusieron ahí, pero no es. No es Cristopher Núñez.
Luis Díaz: El mejor tico, sobre todo cuando Douglas Sequeira lo pasó adonde juega en Columbus, de extremo derecho con perfil cambiado.
Manfred Ugalde: Llanero solitario. Sin protagonismo. No es »9» nato.
Marvin Loría: Entró por Leal, y sí se penetró un poco más.
Jimmy Marín: Ingresó por Martínez y se desmejoró.
Gerson Torres: Sí brindó mucho más profundidad en lugar de Brenes, lógico.
Jurgens Montenegro: Entró por Ugalde, posición por posición. Más de lo mismo. No es «9» nato. No es un Jostin Daly, un Andy Reyes.