En la última Liga Concacaf no compitieron los mejores campeones de Costa Rica (Saprissa), Honduras (Marathón), El Salvador (Alianza FC), Panamá (Club Atlético Independiente de La Chorrera), Guatemala (Guastatoya) ni el monarca de la Copa del Caribe, Atlético Pantoja de República Dominicana.
Las ausencias propiciaron que se le bajara el piso al torneo. Entonces, con el fin de realzar el nivel de la competición, se eliminaron las plazas directas a Liga de Campeones y se incrementaron a 6 los boletos que otorgará Liga Concacaf al máximo certamen del fútbol regional.
«Lo que sucede es que la Liga Concacaf ha tenido un proceso de evaluación importante, porque Centroamérica ha quedado como en un limbo con respecto a los dos torneos oficiales de la zona, la Liga de Campeones, donde están sembrados mexicanos y estadounidenses y algunos campeones de Centroamérica, no todos. Y luego está la Liga Concacaf, donde están algunos equipos del Caribe y algunos equipos número 3 y número 2 de Centroamérica», explicó Rodolfo Villalobos, presidente de la Federación Costarricense de Fútbol.
«Hablando con los mismos equipos de Centroamérica, creo que nos quedamos como sin protagonismo en uno y en otro campeonato; entonces, se planteó a nivel del Consejo de Concacaf, una reestructuración de la Liga Concacaf, donde pudiéramos tener una competencia más fuerte y más importante, entre los equipos más importantes de Centroamérica y, con ello, que tuvieran la participación los campeones de dichos países y que pudieran tener una participación más activa», amplió el jerarca, entrevistado durante el programa Columbia Deportiva de este martes en su edición de las 7 a.m.
Los críticos pegan el grito al cielo, porque se elimina la placita directa que garantizaba a Costa Rica por lo menos tener un equipito en la llamada «Conca-Champions». Esos son lo que ven el vaso medio vacío.
En cambio, los que lo vemos medio lleno apreciamos como en lugar de una plaza garantizada, se abre el abanico para que hasta tres elencos ingresen a Liga de Campeones: el campeón de Apertura, el monarca de Clausura y el mejor clasificado en tabla acumulada (si un mismo club repite título, entrarían los dos de mayor puntaje en la general).
Con el formato vigente, a lo sumo habría dos ticos. Santos no pudo ser el segundo clasificado en 2017 y Herediano sí lo logró, al ganar el único boleto disponible en la versión de 2018. Ahora habrá seis espacios para disputar, no uno.
Además, bien dijo don Rodolfo Villalobos: «Se ha dado en la estadística, lo digo sin ningún afán de ofender, que prácticamente todos los equipos de Centroamérica en la primera fase se están quedando, en la Liga de Campeones.
Entonces, se lucha, se trabaja durante un año completo para jugar dos partidos».
Además, con el concurso de los mejores monarcas de los países y el campeón de las islas, el vencedor de Liga Concacaf será un verdadero rey de Centroamérica y el Caribe, y no podrá ser objeto de ningún «choteo» ni «serruchada de piso» de los aficionados de equipos rivales, siempre ávidos de buscar el pelo en la sopa.
