(Aquí Willemstad)- Nunca dejan de vivirse momentos anecdóticos durante las giras siguiendo a la Selección Nacional. En Curazao no fue la excepción.
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Fue en el Puente de la Reina Emma, una construcción flotante sobre la Bahía de Santa Ana en Willemstad, capital de Curazao, que une los barrios de Punda y Otrabanda. ¡Qué susto nos pegamos José Alberto Montenegro y éste servidor!
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Íbamos por la mitad del Puente cuando sonaron unas sirenas; mientras unas personas salieron corriendo hacia Punda y otras a Otrabanda, nosotros nos quedamos a la mitad, asustados, sin saber qué hacer, ¡el piso se nos movió, hasta nos mareamos!… hasta que un trabajador municipal nos llamó de vuelta por donde veníamos.
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Ahí, nosotros pálidos y jadeando, y con lugareños viéndonos muertos de la risa, el funcionario nos explicó que el Puente se mueve para que pasen barcos y luego vuelve a su postura, pero que mientras tanto uno puede cruzar gratuitamente la bahía en Ferry.
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Ahí nos pegamos otro susto y “colorazo”, porque el Ferry casi casi nos deja. Finalmente, después de tanto correr con todo y maletas (porque estábamos recién llegados)… volvieron a colocar el Puente en su posición habitual para cruzar a Otrabanda. Ya ahí sí nos vieron feo y enojados unos holandeses… pero con toda razón. En la carrera le pegamos un pisotón a uno de ellos y un maletazo en la rodilla a otro. “Sorry”.
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Muy llamativo fue que acá venimos preparados para comunicarnos en el lenguaje turístico universal, el inglés, pero resultó innecesario. Acá todo mundo habla español, por la cercanía con Venezuela, ademas de holandés (es ex colonia), así como inglés por los nexos con otras islas del Caribe y el idioma oficial es el papiamento, ¡una mezcla de todo! Así que cero estrés.
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Tan amable es la gente aquí, que al terminar el partido (Victoria de Costa Rica 1-2), ¡la afición local aplaudió a la Tricolor y a su propia selección, por el buen partido! Puro Juego Limpio.
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Lo que es irrefutable es que es un país precioso, de gente amable, de edificaciones pintorescas en colores pastel y arquitectura al estilo holandés. Vale la pena volver en plan turístico.
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