Herida punzocortante en el cuello fue la causa de muerte de turista venezolana
La patóloga que hizo la autopsia al cuerpo de Carla Stefaniak declaró este miércoles en el juicio que se realiza en los Tribunales de Pavas y en el que se acusa del crimen a un guarda de seguridad.
Los hechos ocurrieron en noviembre del 2018 en una Villas ubicadas en San Antonio de Escazú.
«(El arma blanca), atravesó músculos del cuello, atravesó la columna vertebral a nivel de cuello e ingresó al canal medular, en la parte cervical alta», explicó la forense Adriana Murillo.
El trayecto fue «de atrás hacia adelante, de derecha a izquierda y muy ligeramente de arriba hacia abajo», añadió.
Murillo confirmó que el cuerpo tenía también una herida en la palma de una mano que podría ser signo de que la persona trató de defenderse.
Hallaron moretones y otras lesiones por arma blanca en el cuello y el rostro pero esas no se consideraron mortales.
La médica comentó que el cuerpo de Stefaniak estaba en avanzado estado de descomposición. Eso dificultó o impidió que se realizaran algunas pruebas.
Murillo dijo que el cadáver estaba parcialmente envuelto en una especie de hule de color negro. La víctima solo vestía un calzón.
El padre de la víctima, Carlos Caicedo, se retiró de la sala antes que empezara el testimonio de la patóloga. Expresó que no deseaba escuchar cómo le dieron muerte a su hija.
Para explicar a los jueces y abogados cuáles eran las heridas, la especialista mostró las fotografías de la autopsia.
Otro testigo
En la audiencia de la mañana también declaró un joven de apellido Martínez que habitó las Villas durante tres semanas.
Dijo que unos tres días antes de que hallaran el cuerpo de Stefaniak, escuchó pasos afuera de su habitación entre las 9 y 10 p.m. Aseguró que eso no era común.
También comentó que en esos días, aunque no precisó la fecha, vio al sospechoso del crimen limpiando unas tenis de mujer color rosado con naranja.