El fichaje »bomba» que les estalló en las manos a la Liga y Alvarado
El fichaje «bomba» del Clausura 2019 no se limitó a la firma de Esteban Alvarado con Alajuelense, el pasado 31 de diciembre, sino a los estallidos posteriores: ausencia de entrenamientos, salida del equipo, dimes y diretes y el supuesto finiquito del contrato.
El pasado miércoles 13 de febrero se anunció la salida de Esteban Alvarado del equipo tras faltar los días lunes y martes de las prácticas, a petición del arquero.
Desde entonces, se estuvo a la espera del finiquito definitivo y el sábado pasado, 9 de marzo, el presidente erizo, Fernando Ocampo, dijo a conocer que se había llegado a un arreglo.
No obstante, después de casi un mes de silencio, Alvarado concedió una entrevista a Teletica Deportes en la que expresó, entre otras cosas, que «la Liga no es un equipo grande en este momento, tiene que mejorar muchas cosas a nivel de la gente que está asesorando».
Sobre si estaba estipulado contractual o verbalmente que tenía que ser titular, y si presuntamente fue el motivo de su salida a raíz de la garantía que le dio el DT Hernán Torres a Patrick Pemberton, Alvarado comentó que «hay cláusulas que como jugador pido, por medio de mi asesor legal. El club pone sus cláusulas y se firma un contrato. Lo que está redactado ahí se tiene que respetar, los contratos son para eso”.
¿La ruptura de la confidencialidad en la negociación entre ambas partes para rescindir el contrato de Alvarado con Alajuelense podría dar al traste con el finiquito? ¿Había cláusula para tal fin? El gerente deportivo Javier Delgado le dijo a crhoy.com que hubo acuerdo, pero que no se ha firmado el documento. Sin rúbrica, el guardameta sería aún ficha manuda. Sin embargo, el presidente Fernando Ocampo le dijo a Columbia, el pasado sábado, que el finiquito sí está firmado.
Como Alajuelense no convocó a conferencia de prensa para aclaraciones oficiales, las contradicciones en los criterios han quedado en evidencia y las dudas siguen flotando sobre el club. Al cierre de esta columna, no se sabía a quién creerle (Actualizado a la 1.05 pm: el fiscal Manrique Lara, a nombre de la Liga, aclaró en Repretel que no hay firma y, por lo tanto, no se ha dado el finiquito. No se descartó que la ruptura de la confidencialidad acarree consecuencias legales para el guardameta).
Sobre la supuesta garantía de titularidad, Delgado contestó que nunca ha visto un contrato donde se le garantice titularidad a ningún jugador. Sin embargo, Alvarado acotó en Teletica que “pedí todos los beneficios futbolísticos que iban en pro de mi empresa, de mi imagen. Jugar, o sea no estoy viniendo de Europa a Costa Rica porque la Liga era mi única opción, había un plan, había algo que se habló, la gente tiene que saber muchas cosas».
Entonces, ¿a quién le creemos?
En lo deportivo, Alajuelense es octavo, a 9 puntos de zona de clasificación. En cuanto al portero, Alvarado escribe una página más en su listado de situaciones «extrañas» (distanciamiento con Jorge Luis Pinto y Óscar Ramírez en Selección Nacional, sanción de la Tricolor, ruptura con el Trabzonspor de Turquía…).
Sí, fue un fichaje «bomba», pero nuclear y destructivo para ambas partes. Entonces, resuena la pregunta repetida una y mil veces: Teniendo a Pemberton en buen momento, ¿era necesario el riesgo de fichar a un arquero con los antecedentes de Esteban?…