Baldazos

Dos Santos, dos pecados capitales: Rotación masiva y menosprecio al campeón

El técnico del Alajuelense, Nicolás Dos Santos, cometió dos horrores en la fecha 4. Y expuso a la Liga a un ridículo innecesario.

Pérez Zeledón le clavó cuatro a un remedo de equipo ataviado con el glorioso uniforme liguista.

Para amortiguar el desgaste de una campaña que se juega domingo-miércoles-domingo, el uruguayo quiso aplicar la famosa y controversial rotación, que consiste en alternar titulares con reservistas.

Pero lo hizo pésimo. Primero, porque la aplicó masivamente, con más cambios de los recomendables; segundo, porque escogió el peor escenario de los dos que tenía disponibles. Veamos:
Si de verdad hay tal cansancio, está bien variar dos o tres jugadores por partido… pero más de la mitad del plantel como si tuviera banca profunda es a) pecar de ingenuo o b) jugar de vivo.

Dos Santos creyó que en la cancha del campeón podía jugársela con Ajú (ya tenía disponible a Vargas), Alfaro, Marín, Román, Beckford, Villegas y «Yitan»… Y no. Esa no es una banca de lujo, como la que podría alinear Jafet Soto con Herediano o Vladimir Quesada con Saprissa. Alajuelense tiene un once titular de peso y un puñado de cambios aceptables. Y ya. Con solo meter de cambio a Allen Guevara, Róger Rojas y Alex López la mejoría manuda fue envidente, las fuerzas se emparejaron, pero ya era demasiado tarde. PZ 4 – LDA 1.

Segundo horror: ¿cómo diablos se le ocurrió que era mejor poner el equipito livianito B en Pérez Zeledón, la casa del campeón, y no en el «Fello» Meza, sede del penúltimo de la tabla acumulada, un paupérrimo Cartaginés que le da risa a sus rivales? 

Este segundo horror de Dos Santos es insólito. Si es que el uruguayo, por su condición de recién llegado, desconoce la diferencia entre un rival respetable y otro que da grima, ¿dónde está la asesoría de Wilmer López y/o la comisión técnica? 

Innecesariamente, desnudó que la banca rojinegra no da garantías, cuando bien pudo disimularlo con una rotación más discreta y mejor seleccionada de acuerdo con el rival de turno. Al final, PZ, con su arsenal completo, cumplió su tarea: aplastar a los «leoncitos».

Al ver la alineación rival, nos imaginamos al DT de Pérez Zeledón, José Giacone, riéndose tanto que le salieron cuadritos en el abdomen por la «pollada» de Dos Santos. En un club que ha venido sufriendo tanto las últimas campañas, como la Liga, es inadmisible poner en riesgo una buena racha y la mentalidad positiva que ella conlleva. Afortunadamente para Dos Santos, el siguiente rival es Cartago, un adversario que se presta para levantar a cualquier «muerto» y que, al menos así parece, tendrá que pagar los «platos rotos».

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