Aficionados florenses hacen fila para comprar butacas del reducto que pronto será demolido.
Entre nostalgia y entusiasmo. Así resumen los aficionados heredianos la demolición del Eladio Rosabal Cordero para dar paso a una nueva estructura.
Este viernes los seguidores del club hacían fila para comprar en 10 mil colones las butacas que por muchos años utilizaron.
Herediano empezó con el desmontaje de placas y distintivos históricos del estadio, para luego dar pie a la demolición.
“Quiero tener una banquita de recuerdo. Hay como una nostalgia, nosotros siempre participamos en familia, tenemos un lugar específico que es el norte y hay algo en corazón de ver que se va a derribar este estadio”.
“Tenemos que dar paso a otra estructura y vamos a disfrutar ese nuevo estadio. Todos los campeonatos que logramos y cuando se lograron campeonatos en otros estadios, ver a la gente reunida para celebrar”, contó el socio Asdrúbal Garita.
