La doble cartelera contra Panamá se planteó como un experimento para probar jugadores que podrían ser útiles a futuro.
El objetivo, buscar talento que pudiese complementar a la base de legionarios que conforma la columna vertebral de la selección »A».
Más allá de los resultados, pésimos por sí mismos (doble derrota, 0 a 1), el experimento dio pobres resultados. Por no decir que nulos.
El fútbol exhibido colectiva e individualmente dejó mucho qué desear, principalmente en el segundo partido, disputado este martes.
Falto de ideas, predecible, al punto que el DT de Panamá, Thomas Christiansen dijo sin impostada diplomacia «de Costa Rica no me sorprendió nada». No apareció siquiera una individualidad capaz de torcer el rumbo.
Aquí, la evaluación 1×1 de los ticos tras la segunda derrota consecutiva ante Panamá:
Mynor Álvarez: Mal de técnica en el gol de Ayarza al 37′. Achicó con las piernas abiertas y se convirtió en túnel; el balón le pasó entre los tobillos. Compre sotana.
Ricardo Blanco: Jugó como volante derecho, en un 3-5-2 que buscó mucha ofensiva por las bandas… la buscó, pero no la encontró. En el complemento volvió a su habitual puesto como lateral.
Yostin Salinas: Confirmó las dudas que dejó su convocatoria. No dio seguridad en zaga ni aportó en salida.
Óscar Duarte: El único titular se contagió de sus compañeros. Lució tan discreto como ellos, titubeante en los escasos arribos canaleros. Ni en ataque estuvo certero, cuando remató desviado dos centros propicios.
Ariel Soto: Jugó mejor Salinas. Imagínese. En el complemento, cuando se varió el sistema a un 4-3-3, pasó de central a lateral izquierdo. Desenchufado.
Mauricio Núñez: Profundizó más que Blanco e inclusive el horizontal le negó la anotación. Se dejó atrapar en una pantalla que le permitió a Ayarza abrir el marcador a placer. Sustituido al 46′.
Yeltsin Tejeda: Debería analizar al panameño Abdiel Ayarza, un volante central moderno, «box to box», con gol. Yeltsin juega como en cámara lenta, da pases telegrafiados, ha perdido la dinámica que lo caracterizaba.
Oswaldo Rodríguez: Más deficiente que Yeltsin. Juega en «slow motion». Reemplazado al 46′.
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Marvin Angulo: Impreciso la mayor parte del tiempo, con un pase bueno cada 15 minutos no le alcanza. Salió al 63′.
Johan Venegas: Empantanado. Sin compañeros de calidad, se hundió. Desconocido. Comenzó como segunda punta, luego bajó a volantear por dentro. Poco o nada.
Jostin Daly: No se le puede cuestionar el esfuerzo. Chocó sin arrugarse con los centrales panameños, pero qué difícil evaluarlo cuando no le ponen pases decentes. Sustituido al 56′.
Jeykell Venegas: Entró por Oswaldo. Al menos le pone ganas, las corre todas y mete «pata». Insuficiente.
Bryan López: Entró por Núñez. Ubicado como extremo izquierdo, al menos intentó desbordar. Sin éxito.
Yuaycell Wright: Entró por Daly. Ayuno de balones, bajó a buscarlos él mismo. No los encontró.
Starling Matarrita: Entró por Angulo. Se ubicó más adelantado que Marvin, pero no contó con buen abastecimiento. Desapercibido.
John J. Ruiz: Entró por Blanco. Faltando 8 minutos, fue un cambio desesperado para acumular gente arriba en procura del empate. Panamá ya había levantado un fortín inexpugnable.
