El guardameta del Municipal Pérez Zeledón describe la jugada donde le golpearon la cabeza y da su punto de vista sobre la responsabilidad o no del jugador de Alajuelense.
El joven portero del Municipal Pérez Zeledón Bryan Morales fue contundente, eximió de toda mala intención al delantero de Liga Deportiva Alajuelense Jurguens Montenegro, en la barrida que le generó dos heridas y una profusa hemorragia sobre la frente.
Para el guardameta la acción fue parte del fútbol y, ni siquiera, él consideraba en su momento que era tan grave, pues fueron sus propios compañeros quienes comentaban lo delicado de la lesión.
“Yo tengo la bola en mis manos y él va corriendo rápido y trata de querer quitármela pero me pega con el taco y entonces supongo que como él andaba (tacos) de tornillo me abre bastante en la frente”, contó el portero del Municipal Pérez Zeledón.
“En ese momento sí sentí mucho ardor, pensé que era nada más un golpe pero ya después escuchando los compañeros me percaté que no era así”, insistió Morales.
El guardameta aseguró que no se sintió con problemas como para abandonar el partido, decisión que fue apoyada en todo momento por el médico del equipo, quien tuvo que realizar una importante labor para detener la hemorragia, suturar, colocar un apósito y luego la venda sobre la cabeza, para que pudiera continuar jugando.
“En el momento me dio un poco de susto, pero no me sentía mal como para salir”, entonces por dicha y gracias a Dios pude seguir y terminar el partido”, concluyó el jugador guerrero.
Al margen de lo acontecido con las expulsiones, el juego fue un duelo de porteros, porque por un lado Leonel Moreira salvaba su marco de acciones de gol claras y por el otro respondía a la altura Bryan Morales, ante los contra ataques manudos.
