Fútbol Nacional

Víctor Cordero: Reservado y respetuoso ante los medios; fuerte y estricto puertas adentro

Víctor Cordero tiene dos maneras de comportarse. Ante los medios de comunicación es un tipo reservado, respetuoso y no hay manera de que mencione algo que se pudiese considerar como polémico. Pero, a lo interno, donde no hay cámaras ni micrófonos, es un gerente fuerte, estricto y dice siempre las cosas de frente.

Tras más de un año de ser el gerente deportivo morado, Cordero ha pasado ya por diferentes circunstancias en su trabajo. Desde disfrutar las mieles de la victoria y celebrar el título de la Liga Concacaf, el título nacional y otros grandes momentos; hasta las desilusiones de perder partidos claves con goleadas o la crítica y el cuestionamiento que vive actualmente por la conformación de un equipo, que solo tiene un 51% de rendimiento en el Campeonato Nacional y que se encuentra fuera de la zona de clasificación.

Eso sí, más allá de todo lo anterior, cuando es abordado por la prensa, siempre se mantiene ecuánime y deja claro su forma de ser. Así fue este fin semana cuando fue entrevistado por Radio Columbia posterior al clásico donde perdieron los morados 2 a 3. Siempre respondiendo con mucha calma.

»De los jugadores de Saprissa siempre voy a hablar bien. Vea, cuando un jugador se pone la camisa de Saprissa se convierte de inmediato casi en mi hermano, así de respetuoso soy. Si yo tengo algo que decirles o señalarles, yo se los diré pero en privado. Yo espero nunca cometer el error de señalar o juzgar a alguien de mi equipo en público, ni siquiera de señalar el colectivo, eso no lo haré bajo ninguna circunstancia. Yo tengo claro que en este equipo se trabaja para siempre hacer las cosas bien», expresa Cordero enfáticamente.

El gerente deportivo de la »S» acuerpa a todos los suyos. Acepta la crítica pero no se sale de sus casillas. Responde hasta cierto punto con elegancia y no cae en la tentación de decir lo que muchos quieren escuchar en las entrevistas. Sin embargo, reitera y lo vuelve a decir en La Mundialista: »No crean que no hablo, sí lo hago pero en privado, no acá».

Una muestra más de lo anterior lo dejó en evidencia el propio entrenador morado, Wálter Centeno, minutos después de perder el Clásico y mientras atendía la conferencia de prensa. Ahí »Paté» dijo una intimidad.

»Estoy tranquilo. Ya hablé con Víctor, ya conversamos, y me dijo que todo bien. Todo está en calma, me lo dijo así», contó Centeno en medio de una respuesta y todavía intentando asimilar la derrota ante el rival de siempre, La Liga.

Sí, apenas finalizó el partido e incluso aún estaban calientes todas las cabezas por lo vivido en cancha. El gerente deportivo dejó el palco, bajó y se acercó al camerino, le dijo a algunos unas palabras -incluido Centeno- y siguió con su tranquilidad. Sabe qué decir, dónde y cuándo.

Posteriormente ya atendió a Radio Columbia y, a pesar de las preguntas directas y sin rodeos, siempre se mantuvo equilibrado. 

Si analizamos su año de gestión. También lo ha demostrado con las salidas o llegadas de jugadores. Cuando parece que está »dormido», sin hacer mucho ruido. Anuncia fichajes como en su momento cuando llegó David Guzmán, Jimmy Marín o Daniel Colindres. Y, cuando ha tenido que tomar decisiones complejas, como liderar decisiones de salidas masivas de jugadores como en el pasado Torneo (15 salidas), también lo ha hecho sin problemas. Y, después ante los medios siempre ha sido respetuoso.

»Primero quiero decir que esto no ha sido fácil. Detrás de cada uno de estos profesionales hay una familia. No son decisiones sencillas…’, empezaba a explicar hace unos meses cuando atendía a los periodistas tras la confirmación de que más de una docena de jugadores no seguirían vestidos de morados. 

»Hablamos de eso cuando hayan noticias oficiales. A hoy no hay nada qué informar», probablemente la respuesta que más expresa cuando se le pregunta por posibles salidas o refuerzos de cara a una nueva temporada.

Ese es Víctor Cordero Flores. El gerente deportivo del campeón nacional que hoy recibe críticas y cuestionamientos. El mismo al que el saprissismo le pide que actúe y que se impacientan por su tranquilidad y mesura ante los medios. Pero el gerente que adentro, puertas cerradas, sí habla, es estricto y toma decisiones. Sí está trabajando.

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