La baja inflación durante el primer año de pandemia evitó que el golpe al bolsillo de los costarricenses fuera mayor, pero evidencia el bajo ritmo con el que se mueve la economía.
Esta es la interpretación que hace el economista y gerente de BN Valores, Melvin Garita, sobre el último dato de Índice de Precios al Consumidor, IPC ofrecido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, INEC.
La variación porcentual mensual del IPC en febrero 2020 fue de 0,29 y la interanual de 1,79 mientras en febrero 2021, la mensual fue negativa de 0,26 por ciento y la interanual de 0,41.
De acuerdo al análisis del Banco Central, durante el año pasado, el comportamiento de la inflación evidenció la persistencia de fuerzas desinflacionarias en la economía costarricense, como desaceleración de la inflación mundial, caída en los precios de los combustibles, contracción económica local y de los principales socios comerciales del país, una tasa de desempleo históricamente alta y estancamiento del crédito al sector privado.
