Opinión: ¿Cómo se despierta de esta pesadilla?
¿Cómo se elige a un técnico de una selección menor? ¿Por qué a nuestros jóvenes les cuesta adaptarse al ritmo internacional? ¿Nos estancamos? En medio de la crítica y la desilusión hacia la ‘Sele’, quisiera profundizar en cómo llegamos hasta este escenario crítico y qué preguntas se deben responder para salir de este agujero.
Pocas veces percibí tanto descontento hacia la ‘Sele’ como hoy en día. Es como si antes de jugar, la grada ya se sintiera derrotada, casi a la espera de que finalizara el partido para despotricar en redes sociales.
El nuevo ‘deporte’ favorito de la feligresía es esperar la catástrofe para sacar la guillotina, tan recurrente en estos tiempos oscuros para la ‘Tricolor’.
Es simple de entender el por qué de la desilusión casi crónica del aficionado; los malos resultados de la mayoría de selecciones, el juicio reciente que abrió múltiples heridas entre los líderes de la ‘Sele’ y Jorge Luis Pinto. El desgaste evidente del actual comité ejecutivo liderado por Rodolfo Villalobos y la poca química entre los seguidores y los actuales técnicos de la Fedefútbol, principalmente Rónald González y Douglas Sequeira.
Ahora, en medio del escrutinio permanente hacia ciertos nombres, quisiera profundizar en cómo llegamos hasta este escenario crítico.
Voy a enumerar algunas interrogantes (muchas sin respuesta aún) que me parecen evidentes, pero estoy seguro que se me quedarán muchas por fuera.
1. ¿Cómo se determina quién dirige a un entrenador de una selección menor? No voy a ‘matar’ a Douglas afirmando que es un mal técnico, o que no tiene conocimiento. Estoy seguro, por el contrario, que se ha preparado.
Es probable que, en el largo plazo, incluso llegue a ser exitoso en los banquillos. El asunto es que la Fedefútbol no está para »formar» entrenadores, sino para contratar a estrategas con méritos comprobados.
Existe la posibilidad de que Douglas comprenda el fútbol como pocos, pero aún no consigue que este conocimiento se refleje en resultados. Su trayectoria en Primera División es discreta y, por lo tanto, no ha hecho los méritos suficientes para dirigir a una selección tan importante como la Preolímpica.
Es sencillo. Si alguien llega a la Fedefútbol es porque tiene trayectoria, títulos (en Primera, liga menor y preferiblemente también en Selección Nacional), un amplio bagaje en equipos menores.
En resumen, es necesario que haya más hechos tangibles y menos criterios poco medibles como decir, «es que pinta bien».
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2. ¿Por qué a nuestros jugadores jóvenes les cuesta adaptarse al ritmo internacional? La pregunta del millón y que, probablemente, tenga decenas de respuestas válidas y e incluso necesarias de conocer.
Básicamente, el tico juega dos o tres segundos más lento que el mexicano. Lo que, puesto en la práctica, sería que cuando al jugador nacional lo llegan a presionar, le cuesta encontrar la línea de pase correcta y resolver ese pressing para sacar de encima la marca y mantener la jugada de ataque.
Falta de trabajo formativo (afirman la mayoría de entrenadores de Primera), principalmente técnico, que luego se refleja en Primera División, con partidos cortados y lentos.
Ahora, esto se explica sencillo. La mayoría de veces (no siempre), los formadores en Costa Rica ganan muy mal, trabajan sin asistentes técnicos y pocas horas al día.
Los clubes invierten el presupuesto en pagarle un súper salario al entrenador del primer equipo y descuidan el resto de las categorías.
Para muchos técnicos de liga menor, dirigir a un equipo es una ‘extra’.
Y en Costa Rica, que cada plantel de liga menor tenga un asistente capacitado es ‘un lujo’. Los técnicos normalmente trabajan el funcionamiento colectivo del equipo que les toca y el asistente contribuye en pulir detalles individuales.
Tampoco existe una sinergia entre la forma de trabajo de todos los clubes. Cada uno hace lo que puede por su lado, con condiciones muy distintas.
Cuando los mejores prospectos son convocados a las selecciones menores, el técnico de turno debe trabajar criterios técnicos que, en la buena teoría, se deberían pulir en sus equipos, pues es ahí donde pasan más tiempo.
Por si fuera poco, el exceso de pito de los árbitros también afecta la fluidez de los juegos, así como el estado de las gramas en algunos estadios de Primera.
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3. ¿Nos hemos estancado?
Esta es, quizás, la pregunta más difícil de responder. Hoy en día, la Fedefútbol tiene un Proyecto Gol que ofrece todas las condiciones; invierte un presupuesto en el desarrollo de las fuerzas básicas, e incluso tiene instalaciones adecuadas para la captación y la formación de los talentos jóvenes.
Antes era impensable que los jóvenes tuvieran donde quedarse cuando eran llamados a la ‘Sele’. Menos aún en que se les diera la alimentación después de las prácticas.
Es decir, desde afuera da la impresión de que, a pesar de las limitantes integrales de nuestro fútbol, hay un avance en infraestructura deportiva en las selecciones nacionales
¿Entonces debería reflejarse en los resultados? Cualquiera con un poco de sentido común diría que sí, pero no se refleja de la misma forma.
No encuentro respuestas claras y concisas para esto, pero sí me nacen preguntas que pueden aclarar algunos temas:
¿Se está eligiendo el biotipo correcto de futbolista, siguiendo los estándares internacionales?
¿Ha hecho la Fedefútbol un estudio para determinar si ahora hay menos personas jugando fútbol que antes, sobre todo en la zona urbana, y cómo puede hacer para cambiar esta realidad (Holanda se dio cuenta desde hace tiempo y multiplicó los esfuerzos para corregir)?
¿Hay tantas plazas de fútbol como había antes? Ahora es más sencillo encontrarse a un muchacho frente al play station o en el mall, que en la cancha.
¿Se está llegando a cada zona rural de Costa Rica para captar a los talentos, a qué edad se ‘descubre’ a un joven y cuánto seguimiento se le da?
Y la última, tan administrativa como deportiva, ¿hay en el Comité Ejecutivo de la Fedefútbol el suficiente conocimiento y la autocrítica necesaria para evaluar estos detalles y tomar decisiones claras?
El fútbol actual exige dirigentes preparados integralmente, capaces de tomar decisiones, de cuestionar y de entender el fútbol como un todo.
Muchas respuestas quedarán en el aire, por desgracia.
José Pablo Alfaro: Periodista y editor web de Deportivas Columbia con más de 11 años de trayectoria en medios de comunicación. Laboró en ADN Radio, el periódico Al Día y la sección ‘Puro Deporte’ de ‘La Nación’. Fue corresponsal de ESPN Deportes Radio para Costa Rica durante nueve años. Bachiller en periodismo, con un diplomado en periodismo deportivo y una especialidad en metodología de fútbol base en MBP School of Coaches. Mención honorífica en premio a periodista del año en ‘La Nación’ en 2017. Premio Internacional ‘Pasaporte Abierto’ en categoría Originalidad’.