0 a 0. Saprissa se acordó de atacar tarde, cuando Miguel Ajú ya había levantado una muralla
Ni el Saprissa le hizo honor a su mote de «Monstruo» ni Jicaral Sercoba al de «Huracán», dando como resultado un juego soso que no podía terminar de otra forma que cero a cero.
Lo anterior sin dejar de reconocer que los morados mejoraron sobre el final, y más con ganas que con ideas, sacaron a relucir las habilidades defensivas del salvador peninsular, el arquero Miguel Ajú.
Fuerzas parejas en la península, con un Jicaral que trató de asfixiar la salida saprissista, cortándole los circuitos creativos a un mediocampo más musculoso que cerebral en el que brilló por su ausencia Mariano Torres.
El argentino ni siquiera fue convocado, cuidándolo para que no fuera a acumular su quinta tarjeta amarilla justo en la antesala del clásico.
Con un doble candado integrado por Hadden y Guzmán, y delante de ellos Angulo, Pemberton y Colindres trataron de ganar las bandas para alimentar a Ramírez, pero el «Huracán de la Península» llegó envalentonado tras su victoria sorpresiva en Guápiles.
En contraparte, los pupilos de César Eduardo Méndez se multiplicaron para llenar espacios, recuperar con prontitud y buscar vía Chévez la potencia frontal de Cunningham y Clunie, forzando en ambos lados a buenas coberturas y al lucimiento de los defensores blanquimorados y azules rey.
¿Emociones? Pocas. En el área de Saprissa, centritos bien puñeteados o capturados por Cruz; del otro lado, uno que otro remate, pero débiles y centralizados, muy fáciles para Ajú.
¿Más claritas? Una por bando, ocultas por definiciones tan deficientes que las despojaron de suspenso. El morado Ramírez le regaló al portero local un disparo que daba para más, tras mal despeje de Prendas; y el peninsular Flores Zapata hizo lo propio con Cruz, luego de un centro desde la derecha que le fue servido en bandeja de plata.
Por fin, al 58′, la primera jugada de real emoción fue un quiebre de Colindres de la izquierda hacia el centro, para prender un obús que si no atravesó el ángulo superior izquierdo fue porque allí llegó el vuelo de Ajú. Tapadón escandaloso.
Al 80′, la segunda, un pase-gol de Villegas a Sinclair que se quedó Sin-gol… O, mejor dicho, se lo quitó Miguel Ajú con otra parada de antología. Orlando le remató a quemarropa, desde dentro del área chica.
Con los ingresos de ellos dos y Barrantes, Saprissa sí ejerció mayor presión y peligrosidad durante los últimos minutos.
Al 89′, adivinen… Otra vez Ajú. Esta vez se tendió a su derecha para desactiviar un misil de Barrantes de derecha.
Saprissa no pudo aprovechar el empate de Cartaginés en Guadalupe y sigue detrás. Jicaral al menos no será alcanzado este jornada por el colero, Pérez Zeledón.
Foto: Prensa Saprissa.
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