Al serbio Milosevic: ¡Gracias por el menosprecio!, el combustible que crece a los ticos
Brasil y dos europeos que no son potencias mundiales, Suiza y Serbia, esos serán los rivales de Costa Rica en el Mundial Rusia 2018.
El sorteo trae a la memoria inmediatamente el recuerdo de Italia 90, cuando la entonces debutante «Sele» enfrentó a Brasil y a dos selecciones del Viejo Continente que no estaban en la élite.
Aquella vez fueron Escocia y Suecia. A los británicos de faldas cuadriculadas se les ganó 0x1, con inolvidable tanto de Juan Arnoldo Cayasso, el primero de la Tricolor en la historia de los mundiales, tras ingenioso taquito de Claudio Jara, previa galopada fuera del libreto del corajudo Héctor Marchena.
Luis Gabelo Conejo se encargó del resto, con colosales atrapadas y desviadas, con la ayuda de un hermético planteamiento del serbio Bora Milutinovic y la ejecución casi perfecta de sus ejecutantes, entre los que no había ni un solo legionario, sino tres jugadores del Saprissa, tres de la Liga, tres del Cartaginés y dos del Herediano en el 11 titular.
Contra Brasil a Gabelo le quedaron destrozados los guantes y las manos rojas de tanto parar metralla, pero al final se perdió 1 a 0, y ante Suecia se triunfó 2 a 1 en la gran noche de Hernán Medford, la gran revelación desde que entró de cambio y que se mantiene vigente, ahora como técnico que rompe récords.
En suma, una Costa Rica primeriza, inexperta, sin una sola figura conocida fuera de Tiquicia, se clasificó a segunda ronda.
Entonces, hoy, con el portero del Real Madrid en la puerta, con una zaga conformada por defensores de equipos como Bologna de Italia, Espanyol de Barcelona, Celtic de Glasgow, Sunderland de Inglaterra, entre otros, como volantes en el Deportivo de La Coruña, Sporting de Lisboa y Betis de Sevilla, etc., ¿hay motivos para tener miedo? ¿Tanta es la desconfianza en Óscar Ramírez como DT?
Recuérdese que Ramírez fue parte de aquella gesta del 90, como jugador, y que como asistente técnico de Medford en el Saprissa de mediados de la década anterior ganó Concacaf y conquistó el tercer lugar en un Mundial de Clubes, y ya como timonel ganó cinco títulos nacionales al mando de Alajuelense y nos clasificó a Rusia 2018… el mundial que verán por televisión Estados Unidos y la Honduras de Jorge Luis Pinto (e Italia, Holanda y Chile).
La actual Serbia no intimida más que aquella Escocia y Suecia es equiparable con Suiza, que, sí, tiene figuras, ¿pero qué tiene Shaqiri que no tuviese Brolin?
¿Que «Machillo» se equivocó en los recientes fogueos en Málaga y Budapest? Sí, espantosamente, como le sucedió al propio Pinto antes de Brasil 2014 en los amistosos previos… para, a la postre, quedar octavos en el orbe. Hay margen para mejorar, seguramente Ramírez tomó apuntes para no recaer en errores y poner los pies en la tierra: A Costa Rica le sienta mejor jugar conservadoramente, al contraataque (como en Italia y en Brasil).
Veredicto: Sí se puede.
Plus: El vicepresidente de la Federación de Fútbol serbia, Savo Milosevic, comenzó a llenarnos el tanque motivacional con el combustible que nos enciende a los ticos: El menosprecio, al afirmar que «Costa Rica es un poco más débil que los demás,», ese mismo combustible que se volvió contra los orgullosos escoceses y suecos, contra el «Costa Pobre» con que tituló un medio uruguayo sobre la «Sele» antes de Brasil 2014, y el «no los conozco» del italiano Ballotelli cuando se le consultó por la Tricolor.
Resultado: Escocia, Suecia, Uruguay e Italia perdieron. Así que… ¡gracias, Milosevic!