Copa Oro 2019

Baldazo de realidad: Distancias acortadas, para bien y para mal

Mis 11 conclusiones tras la Copa Oro:

1- No somos tan superiores a los equipos caribeños, como creemos deberíamos ser. Bermudas evidenció lagunas a espaldas de la adelantada línea de cuatro y Haiti navegó sobre ellas en lanchas rápidas. Esa vulnerabilidad al contraataque le abrió los ojos a Matosas, quien, inteligentemente, ya no plantó la zaga tan cerca del mediocampo contra México.

2- No somos tan inferiores a México, como los aztecas creen deberíamos ser. Les pegamos terrible susto, mas, a la postre, jugamos como nunca y nos eliminaron como siempre en Copas Oro. Nos obstante, ese 1-1 (derrota en penales) fue el mejor juego de los ocho disputados bajo el mando de Matosas. Se mantuvo regularidad del minuto 1 al 120.

3- El técnico no es tan inflexible, no es tan rígido como se temía. Bien por Matosas, quien con un cambio sutil, le brindó más equilibrio a la Tricolor. ¿Cómo? Retrasando líneas unos pocos metros, sin exagerar, pero lo suficiente para achicar los espacios entre el portero y el último zaguero, neutralizando las “contras” que contra Haití fueron veneno. Con solo eso, Costa Rica se defendió mejor y, además, se fabricó espacios para, en lugar de sufrir contragolpes, ¡generar los propios! (Gol a Mexico).

4- Leonel Moreira se revalorizó. En los cuatro juegos tuvo intervenciones magistrales. Dio aplomo y seguridad. Principalmente frente a México. Que Keylor disfrutase sus vacaciones paseando con Ramos no tuvo incidencia en la Tricolor.

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5- Fuller le ganó el pulso a Gamboa, sin llegar a la mejor versión de Cristian. Ataca aceptablemente y las dudas que dejó por ceder espacios ante los haitianos las solventó contra México, más aplicado en los retornos. Ídem, Oviedo sobre Matarrita. A Ronald le cuesta mucho, mucho la faceta defensiva.

6- Con solo ubicarse más atrás, Waston y Duarte se vieron más sólidos y seguros. No colgados sobre el arco ni metidos en el área, sino cerca del primer cuarto de cancha, a veces más próximos a media luna que al círculo… O sea, tenían razón “Pipo” y Calvo cuando analizaron futbolísticamente que el adelantamiento de alguna forma lo exponía, como contra Haití. Empero, a falta de un año para las eliminatorias, se vale probar centrales más rápidos.

7- Celso y Cruz: después de Moreira, lo mejor del equipo. De regulares hacia arriba todos los juegos. Borges es él contención posicional, que marca los movimientos grupales para achicar espacios o ampliarlos, es el que recibe de los zagueros y se las da a los volantes. Allan es el “box to box” (de área a área), con el se tiene un marcador más cuando no la tenemos y un atacante más cuando sí. Encima, es buen pasador.

8- Dígase lo que se diga, Campbell aún no tiene sustituto. Con chispazos le basta y en esta Copa Oro sacó un plus: ¡Marcó! Se fajó para ayudarle al lateral derecho, así como Leal puso su cuota para contribuirle al carrilero izquierdo. Joel es dueño de su lado. En el otro costado, sigue la lucha. Randall se candidatea, pero no fue del todo regular y frente está abierto para el debate. Alzan la mano Matarrita (como extremo), Luis Díaz, Ariel Lassiter, “Figuito” Alfaro, ¿perdonarán a Jimmy Marín?. Bolaños parece haber cumplido su ciclo.

9- Por fin Elías Aguilar rindió con la “Sele”. Sin llegar a ser un Bryan Ruiz en sus mejores momentos tiempos, tuvo consistencia, manejó con criterio los ritmos y hasta anotó. Valdría la pena darles ocasión de competir a Dylan Flores, Luis Ronaldo Araya y a Jonathan Martinez. Y no se puede negar la calidad del capitán Ruiz, pese a su declive, principalmente en lo físico.

10- El “9” es el gran dolor de cabeza. Mayron George no ha convencido. Tiene la carrocería, pero no la maneja bien. Falla opciones de gol. Y, aún así, tuvo más peso en los partidos que McDonald. De Saborío su propio DT en San Carlos, Luis Marin, dijo que no está ni para un tiempo completo a ritmo internacional. Hay que seguir buscando.

11- Balance final: Negativo. Si el propio Matosas señaló que hizo la convocatoria pensando en ganar la Copa Oro y ni siquiera se clasificó entre los mejores cuatro, no podemos decir otra cosa. Simplemente se sacan conclusiones interesantes ara seguir en ruta hacia una mejoría. Golear a una modesta Nicaragua, ganarle sufriendo a una modesta Bermudas, perder con Haití y empatar dignamente contra México, cayendo por penales, es más de lo mismo: un nuevo fracaso en el torneo regional.

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