El recambio no deja de ser una expectativa sobre jugadores jóvenes. ¡Saborío y Bolaños no le están quitando espacio a alguien que realmente merezca estar!
Si me preguntaban por Bolaños el año anterior mi respuesta era no. Incluso eso me acarreó un reclamo verbal del jugador en un amistoso premundialista contra Bélgica: «Ustedes están aquí por los goles que hice en la eliminatoria», me respondió el jugador luego de consultarle sobre la lesión que ponía en duda sí iba a rendir al 100% en Rusia.
El fútbol responde a momentos, no a expectativas. El momento es la Copa Oro que va a disputarse en junio, la cual por cierto ha estado más plagada de fracasos que de aciertos. La expectativa es Catar 2022; 3 largos años faltan para eso.
Volvamos a Bolaños. El de hoy sí responde con un gran momento a la posible presencia en la Copa Oro. El mejor jugador del Saprissa en grandes tramos del torneo, desequilibrante, con un estado de forma que a sus 34 años lo envidian muchas de nuestras promesas. ¿Por qué no merecería un espacio?
Saborío es aún más controversial, más por expectativa que por rendimiento. Al delantero clave en el título de San Carlos lo excluyen más por expectativa que por nivel: ¡un jugador de 37 años no va a llegar al próximo mundial! No obstante, su rendimiento es diferenciado, goleador en Liga de Ascenso y en los últimos 2 torneos de campeonato nacional. ¿Por qué no echaríamos mano al goleador del momento en el torneo más inmediato?…lo han hecho las grandes selecciones del mundo.
Al final el recambio generacional no deja de ser expectativa. No hay garantía de que Leal, Marín, Cruz, Juan Pablo o Luis Díaz lleguen a Catar con el nivel actual, pese a estar hoy en la selección por su realidad futbolística. ¡Bolaños y Saborío no le están quitando el campo a ningún joven que merezca estar adentro!
El objetivo es ganar Copa Oro. Si se consigue con un joven o con un veterano, a pocos les importará si finalmente estos llegan al próximo Campeonato Mundial. A él accederán los de mejor nivel en el semestre previo al 2022.
El resto son simples expectativas…
