El Instituto Nacional de Aprendizaje trabaja en la producción de 13 mil caretas protectoras anti Covid-19 y el Banco Davivienda donará 60 mil más para la Caja Costarricense de Seguro Social.
La careta protectora consta de tres partes: el cobertor frontal, una banda transparente que se apoya sobre la frente y una banda elástica de ajuste a la cabeza.
Su fabricación se realiza en el Laboratorio de Modelado e Impresión 3D, Innovatio, ubicado en la sede central del INA, con la colaboración de un equipo multidisciplinario que incorpora a docentes de áreas como Industria Metalmecánica, Gráfica y Plástico.
El diseño es obra del Instituto Tecnológico de Costa Rica.
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«Nos enorgullece el poder participar en un proyecto tan importante como este, porque así podemos darle nuestro granito de arena a la población, de cómo poder fabricar un producto tan necesario en este momento ante esta emergencia nacional”, señaló Gabriel Solís, funcionario del INA.
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Por otro lado, Olga Sánchez coordinadora del Laboratorio de Ergonomía Aplicada del Tecnológico, mencionó que el diseño de la careta protectora, además de proteger el rostro (zona frontal y costados), lo que busca es la facilidad de uso para que los usuarios no experimenten limitaciones e incomodidades en sus respectivas labores, ya que en este momento el personal del área de la salud tiene una carga física y mental muy alta.
Por su parte, al banco privado Davivienda contrató a una empresa local para que le elabore 60 mil caretas de éstas y se las donará a la CCSS.
Para Arturo Giacomin, presidente ejecutivo de Davivienda Costa Rica, «el formar parte de la iniciativa reafirma la convicción de hacer un mundo mejor, especialmente para el resguardo y tranquilidad de todos los profesionales de la salud, quienes están en la primera línea de combate contra el COVID-19», comentó Giacomin.
