Fútbol Nacional

Cantera enferma: Fútbol tico pelea contra ocho plagas que ‘envenenan’ a los talentos

 
 
¿Por qué en otros países los jóvenes debutan a los 17 años y al poco tiempo se consolidan, y en Costa Rica no? ‘Cantera enferma’ es una investigación de ‘Columbia’ que se sumerge en el trabajo de las fuerzas básicas, desnuda nuestra realidad y exhibe sin filtros el por qué de nuestro retroceso.
 
¿Por qué en el fútbol de Costa Rica la mayoría de jóvenes se consolidan entre los 21 y los 23 años y en otros países, como Argentina o Uruguay, debutan a los 17 y se afianzan en un periodo mucho más corto de tiempo?
 
¿Por qué el prospecto de futbolista tico arrastra tantas deficiencias técnicas y físicas y, por momentos, parece jugar en ‘cámara lenta’ con respecto a la exigencia del balompié internacional? 
 
‘Cantera enferma’ es una investigación de ‘Columbia’ que se sumerge en el trabajo de las fuerzas básicas y exhibe las carencias que, hoy en día, carcomen nuestro fútbol menor y reflejan el retroceso de las selecciones nacionales.
 
Para elaborar este reportaje, ‘Columbia’ consultó a los 12 encargados de liga menor de los equipos de la división de honor y profundizó en los motivos que agudizan la crisis de talento actual, lo que permite exhibir múltiples factores.
 
Problemas para descubrir el talento a temprana edad (entre los 8 y los 12 años); poco presupuesto para contratar formadores preparados (licencia A); el conformismo del joven, demasiado distraído y pendiente de las redes sociales; un torneo de liga menor con un nivel muy bajo, y cada vez menos juveniles en las plazas, destacan entre los múltiples argumentos expuestos.
 
Columbia identifica, punto por punto, los aspectos que tienen a Costa Rica con una #canteraenferma.
 
Años desperdiciados:
 
Hoy en día, muchas escuelas de fútbol son un negocio para la venta de uniformes pero, en formación, aportan poco en el crecimiento del niño.
 
En la mayoría de clubes, los prospectos de entre los 6 y los 12 años, entrenan dos horas los sábados y listo. Luego, cuando llegan a cierta edad, el equipo opta por seleccionar a los que, por su talento innato, son los más destacados.
 
Es decir, a los 15 años, muchos clubes empiezan a «tomarse en serio» a los talentos, un hecho grave, pues se le debió invertir desde mucho tiempo antes (preferiblemente, desde los seis años).
 
Un entrenamiento de sábado por la mañana funciona poco hoy en día, pues, en muchos casos, es el único tiempo de desarrollo físico para el joven.
 
Años atrás, los niños trabajaban sus habilidades motoras y futbolísticas en la plaza del barrio, en las llamadas ‘mejengas’ con sus amigos, esto les permitía crecer mucho más rápido y correctamente.
 
 
Hoy en día, el entorno social evita que esto suceda. Es decir, para muchos niños, el ejercicio de la semana son las dos horas de entrenamiento del sábado. El resto de la semana se quedan en sus casas, con sus videojuegos y redes sociales. La realidad es que este periodo de tiempo sirve de poco.
 
Alberto Moraga, encargado de liga menor del Santos, afirma que solo un 15% de los talentos del club provienen de Guápiles. La mayoría de niños y jóvenes destacados vienen de zonas rurales muy alejadas, en las que todavía el principal entretenimiento es irse para la plaza después de la escuela.    
 
El gerente manudo, Agustín Lleida, sostiene que hoy en día es necesario combinar una excelente metodología de trabajo con muchas horas de entrenamiento.
 
 Sin embargo, en la mayoría del país esto no sucede.
 
«Trabajas más horas y mejor desde los 8 años, sino haces un buen trabajo, pasa esto», explicó Lleida a ‘Columbia’.
 
Mientras en los países de primer mundo se invierte cada vez más dinero para formar a los jóvenes de los 6 a los 12 años, en Costa Rica, esta etapa formativa sigue ocupando un segundo plano. Esto se paga caro.
 
Poco presupuesto para técnicos:
 
De poco sirve que los prospectos lleguen a entrenar, si al final los entrenadores no son capaces de formarlos correctamente.  
 
En la mayoría de equipos reconocen que hay evidentes dificultades para contratar a los técnicos con el perfil correcto, cuando la mayoría del presupuesto se invierte en el primer equipo.
 
Es decir, la Fedefútbol capacita a decenas de técnicos con la licencia A, B, o C, pero el presupuesto de los clubes para contratar técnicos de calidad en todas las categorías (desde Sub-8) es muy bajo.
 
 
Incluso, muchos de los equipos de Primera empiezan a tener equipos desde los 15 años y no desde temprano, pues el presupuesto no les alcanza, o incluso puede que no sea una prioridad institucional.
 
«Empezamos a inculcarles cosas muy tarde, cuando ya a los 15 años deberían competir. Aquí más bien se les forma hasta los 20 y llegan desfasados», confesó Robert Garbanzo, encargado de liga menor de Guadalupe.
 
Es decir, en la mayoría de cantones del país, los formadores son empíricos (pues así ganan mucho menos dinero) o tienen poca experiencia en fútbol.
 
Según Marcelo Bruno, director de fuerzas básicas de Jicaral, «hay formadores que aceptan cualquier dinero, hay gente estudiosa, pero no ha tenido vivencias futbolísticas, el formador debe ser íntegro».
 
Disminución de canchas abiertas:
 
Entre la mayoría de los encargados de liga menor consultados por este medio hay una coincidencia: Cada día cuesta más descubrir a los talentos.
 
Al parecer, cuando se hacen visorías en las regiones, es cada vez más complicado observar a los niños y a los jóvenes en las plazas.
 
Hay múltiples razones que explican esto. En primer lugar, la inseguridad que hace que los padres prefieran que los niños se queden en la casa.
 
Aunque también hay otros motivos, como la tecnología, una evidente distracción para el desarrollo motor de los juveniles, que en lugar de correr, saltar o patear un balón, invierten su tiempo en los videojuegos.
 
 
Es decir, hoy en día solo en las zonas muy rurales es habitual encontrarse a los prospectos para observarlos, reclutarlos y luego formarlos.
 
«Antes las plazas estaban repletas», explica Francisco Valverde, encargado de liga menor de Cartaginés, quien explica que constantemente hacen visorías alrededor de toda la provincia de Cartago para captar talentos.
 
Valverde dice que hay una diferencia sustancial en la cantidad de niños y jóvenes que se encontraban antes, en comparación a lo que se ve hoy en día.
 
Por desgracia, hoy más que nunca es clave captar a estos prospectos a muy temprana edad, pues la alta competencia internacional obliga a empezar a desarrollarlos desde muy jóvenes, sino será difícil que puedan adaptarse a la intensidad que se observa en las mejores ligas del mundo.
 
Se descubren muy tarde:
 
En Costa Rica, muchos clubes salen a buscar a los talentos a los 15 años. No pueden hacerlo antes por falta de presupuesto (habría que abrir más categorías y, por lo tanto, contratar más técnicos), o simplemente porque no tienen un departamento de visorías que salga a buscar a los grandes jugadores.
 
En muchos clubes, esperan a que el niño o joven llegue al equipo, en lugar de salir a la calle a buscarlo. 
 
Esto disminuye en un alto porcentaje las posibilidades de escogencia y, por lo tanto, el talento de los equipos.
 
Y, en la mayoría de ocasiones, encuentran al futbolista cuando ya tiene 15 años y podría reforzar alguno de sus equipos conocidos como de ‘élite’.
 
 
Cuando un prospecto llega a esta edad a un club, ya arrastra deficiencias formativas (en el pase, centros, cabeceo, etc) y es poco lo que se puede hacer en los siguientes dos años, si se pretende que debute en Primera a los 17.
 
Por esta razón, terminan por dar el salto a Primera a los 20, pues es hasta que cumple esta edad que el club siente que está preparado.
 
El problema es que el tiempo perdido no se recupera. Es decir, lo que no se hizo entre los 6 y los 15 años, es casi imposible de mejorar a esta edad.
 
«De los 15 a los 17 años se puede hacer muy poco para que los talentos estén listos», explicó Rándall Row, encargado de fuerzas básicas de Sporting.
 
Trabajo físico de los 15 a los 17:
 
Al parecer, hay un momento en la formación del joven en que ya no es suficiente con el entrenamiento diario.
 
El trabajo se debe complementar con gimnasio, entrenador personal, el consumo de aminoacidos y suplementos alimenticios.
 
Juan Carlos Agüero, técnico de fuerzas básicas de Saprissa, considera que los talentos ticos sufren un bache grande entre los 15 y los 17 años, cuando es necesario incrementar el trabajo físico y no se consigue.
 
Agüero ofrece un llamativo ejemplo. Dice que, en el pasado, cuando la ‘S’ jugaba torneos internacionales de liga menor y enfrentaba a equipos de Italia o España, el club solía ganar en Sub-10, Sub-12 o hasta Sub-15.
 
 
Es decir, en calidad individual, la diferencia entre los talentos de los grandes equipos y los de Costa Rica, no era tan evidente.
 
Sin embargo, cuando se topaban a estos mismos jóvenes unos años más tarde, en categoría Sub17, solía existir una diferencia muy grande en lo físico.
 
Mientras los ticos seguían siendo delgados y poco fornidos, los italianos y españoles habían incrementado la masa muscular exponencialmente.
 
Esto pasa hoy en día en la mayoría de clubes. Con excepción de Alajuelense, que tiene su propio Centro de Alto Rendimiento, el resto de equipos no poseen las herramientas ni el presupuesto para brindarle a sus jugadores las armas necesarias para competir físicamente con los talentos de otros países.
 
Torneos de Unafut de bajo nivel:
 
Unafut coloca, dentro de sus requisitos, que cada club de Primera División tenga sus equipos de fuerzas básicas y así organiza sus torneos de liga menor.
 
Sin embargo, cada club vive circunstancias distintas en sus divisiones inferiores. Es decir, hay una disparidad evidente entre los clubes, lo que afecta la competitividad de los campeonatos en cada categoría.
 
Al mismo tiempo, los certámenes de liga menor son un reflejo de las debilidades que exhibe nuestra liga menor, expuestas a lo largo de este trabajo.
 
Esto hace que los jóvenes compitan en un torneo muchas veces débil, pues la mayoría de planteles arrastran las mismas falencias formativas.
 
En algunos casos, los equipos hacían un esfuerzo titánico para competir a nivel internacional, en torneos de liga menor organizados en todo el mundo, como la Copa Dallas, o la Copa Disney.
 
 
Saprissa incluso destacó, en el pasado, durante la era de Jorge Vergara, al organizar su propio certamen con la presencia de clubes internacionales.
 
El entrenador morado, Juan Carlos Agüero, explica que este roce permitía un crecimiento continuo, y sobre todo medir el crecimiento.
 
Sin embargo, solo los clubes con más recursos son capaces de disputar estos torneos y la pandemia se encargó de disminuir estas posibilidades.
 
De todos modos, desde tiempo atrás, viene disminuyendo la presencia de los equipos nacionales en las competiciones internacionales de liga menor.
 
El escenario es crítico, pues las selecciones menores amortiguaban el daño que provoca la ausencia de partidos internacionales en edades tempranas, pues los jóvenes más sobresalientes eran llamados a la ‘Tricolor’.
 
Sin embargo, la pandemia, y la ausencia constante de los mundiales menores en los últimos 15 años, debilitó aún más la formación de los prospectos.
 
Entorno carcome a los jóvenes:
 
A las múltiples ‘plagas’ formativas a las que están expuestos nuestros jóvenes, se les une un factor adicional: El lugar en el que residen normalmente.
 
La mayoría de encargados de liga menor consultados por ‘Columbia’  concuerdan en que el joven depende, en demasía, de su entorno.
 
Es decir, de los hobbies de sus amistades, la pobreza con la que conviven a diario e incluso la educación que reciben.
 
Esto tiene una afectación directa en el futuro del juvenil, pues la mayoría de prospectos son inestables en lo mental y, por lo tanto, influenciables.
 
 
Por ejemplo, si un niño proviene de una familia de escasos recursos, es probable que tenga una mala alimentación.
 
Puede que el prospecto se alimente mal durante muchos años, lo que con el paso del tiempo influye en su rendimiento deportivo.
 
«El ambiente en que se rodean hace que pierdan el enfoque, si vienen de una familia de bajos recursos, hay muchos factores en su entorno que les afecta», explicó Verónica Acuña, coordinadora de liga menor de Pérez Zeledón.
 
El gerente deportivo de Limón, Reynaldo Parks, explica que en la provincia caribeña hay muchos jóvenes talentosos que se pierden por su entorno.
 
Puede que tengan las condiciones naturales, pero su crianza les impidió desarrollarse, lo que al final de cuentas truncó su futuro.
 
Mentalidad conformista:
 
La cultura deportiva de hoy en día es muy exigente. Tanto que el gerente deportivo manudo, Agustín Lleida, afirma que los prospectos que deseen llegar a Primera, deben comprender que su prioridad es el fútbol desde los 12 años.
 
Es decir, Lleida afirma que en la actualidad, si un prospecto tiene un entrenamiento o un partido el mismo día que las vacaciones con su familia, debe asumir que su prioridad es asistir a la práctica.
 
Este tipo de sacrificios no son normales en nuestro país, pero sí habituales en el balompié internacional. Desde los 12 años, el futbolista asume otro grado de responsabilidad, pues cuando llega a los 17 años, debe ser casi profesional.
 
 
Por el contrario, muchas veces los jóvenes escalan una categoría tras otra, sin ver como su principal foco el fútbol.
 
El encargado de liga menor de San Carlos, Carlos Acosta, afirma que hay un conformismo muy evidente entre los jóvenes de 15 y 17 años.
 
Dice que, en muchos casos, son débiles mentalmente y no les preocupa demasiado si llegan a Primera División, o se quedan en el camino.
 
Por eso, cuando alcanzan la división de honor, prácticamente se sienten satisfechos.
 
Al mismo tiempo, el coordinador de las fuerzas básicas de Herediano, Kenneth Paniagua, lamenta cómo los factores externos desconcentran y contaminan al joven, cuando apenas debutó en la máxima categoría.
 
«Me llama la atención ver que terminan un partido y lo primero que hacen es meterse el camerino para ver qué dijeron en redes de ellos», concluyó Paniagua.
 
Cada equipo brinda su posición:
 
Con el objetivo de conocer a detalle el momento actual de las ligas menores en Costa Rica, ‘Columbia’ consultó a los 12 encargados de liga menor.
 
Durante este jueves y viernes, se harán 12 publicaciones, una de cada club, con los criterios de los encargados de sus ligas menores.
 
Se entrevistó a los siguientes entrenadores encargados, coordinadores o representantes de la liga menor de cada club:
 
Kenneth Paniagua (Herediano), Agustín Lleida (Alajuelense), Juan Carlos Agüero (Saprissa), Francisco Valverde (Cartaginés) y Alberto Moraga (Santos).
 
Verónica Acuña (Pérez Zeledón), Carlos Acosta (San Carlos), Rándall Row (Sporting), Marcelo Bruno (Jicaral), Reynaldo Parks (Limón), Robert Garbanzo (Guadalupe) y José Rodríguez (Grecia).

Jose Pablo Alfaro

Periodista y editor web de Deportivas Columbia con más de 11 años de trayectoria en medios de comunicación. Laboró en ADN Radio, el periódico Al Día y la sección 'Puro Deporte' de 'La Nación'. Fue corresponsal de ESPN Deportes Radio para Costa Rica durante nueve años. Bachiller en periodismo, con un diplomado en periodismo deportivo y una especialidad en metodología de fútbol base en MBP School of Coaches. Mención honorífica en premio a periodista del año en 'La Nación' en 2017. Ganó premio internacional 'Pasaporte Abierto' en la categoría originalidad.

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