Fútbol Nacional
Carlos Mora, el prospecto con un «arranque cabrón» que descubrió la Liga en equipo de Juegos Nacionales
La Liga lo reclutó a los 15 años, cuando militaba en el equipo de Juegos Nacionales de Escazú y destacaba por tener un «arranque cabrón». De familia humilde, fue becado por el club y rápidamente superó a los ‘cachorros’ de su categoría, dedicando horas extra al gimnasio para aumentar masa muscular. Lo definen como el joven que «nunca le pone malas caras al trabajo», aunque ‘Chunche’ lo ‘regaña’ a menudo para que retome sus estudios.
Al entonces técnico de liga menor rojinegro, Mauricio Montero, le contaron que en el equipo de Juegos Nacionales de Escazú había un joven de 15 años muy potente, que desde tiempo atrás sobresalía porque cuando arrancaba con balón dominado, pocos lograban seguirle el paso.
El muchacho, de familia humilde, callado y muy receptivo a la crítica, había sido captado por Montero, quien después de verlo lo invitó a probarse con el equipo rojinegro de su categoría, a pesar de tener una limitante.
Cuando un joven se prueba a los 15 años, ya tiene cierta desventaja, pues muchos de sus competidores directos, es decir los otros juveniles del club, ya acumulan un proceso, con muchas horas de trabajo encima.
A Carlos Mora no le importó, llegó a la Liga y se afianzó de entrada, quizás favorecido por un valor agregado, poco habitual entre los jóvenes.
«Tiene un arranque cabrón. Es un muchacho muy potente, con desequilibrio y que le pega muy duro a la bola», contó Montero.
Rápidamente superó a la mayoría de jóvenes de su categoría hasta ser subido al alto rendimiento con 17 años. Poco tiempo después, Montero se lo llevó a jugar a la Liga de Ascenso.
En el entonces equipo del 11 de abril, el futbolista trabajó en su principal deficiencia: Le costaba el juego de ida y vuelta. Atacaba muy bien, pero le faltaba regresar para cumplir en las labores defensivas.
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Era su talón de aquiles, que rápidamente corrigió y potenció, cuando empezó a trabajar horas extra en el gimnasio del Centro de Alto Rendimiento (CAR).
Según Montero, el futbolista ya tenía una potencia distinta desde joven, pero a diferencia de otros muchachos, estaba dispuesto a quedarse después de las prácticas para aumentar la masa muscular y mejorar su estado de forma.
«Él es muy tranquilo, dedicado, pone atención y hace caso. Si usted lo pone de titular juega y si entra de suplente también. Nunca hace malas caras, no contradice, entonces es una persona que puede triunfar», agregó Montero.
Los resultados son evidentes.
A sus 20 años, Carlos Mora es una de las sorpresas de la Liga en la campaña. Montero reconoce que, desde un principio, hubo que becarlo para que viajara a entrenar, pero su disposición al trabajo era evidente.
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Se sacrificó como pocos lo hacían, a pesar de que Montero lo ‘regaña’ de vez en cuando por un factor: Ha descuidado los estudios.
«Se ha dedicado mucho al fútbol y ha dejado los estudios de lado. Yo creo que las dos cosas tienen que ir de la mano porque eso le va a ayudar mucho. Le he dicho que tiene que sacar el bachillerato», explicó Montero.
Mora ha evolucionado rápido. Mejoró sus deficiencias, potenció sus virtudes, aumentó la masa muscular y ahora solo debe abrir los cuadernos…
Por el momento, es uno de los ‘cachorros’ con más minutos en la era del timonel Andrés Carevic, al punto de colarse en el once titular.
«Es uno de los futbolistas que ha desarrollado muy muy rápido. Hace un año y medio jugaba en Segunda, y él soñaba con llegar a Primera. Cuando iba a entrenar con la Primera estaba contentísimo», concluyó Montero.