Cinco años del huracán Otto: Familias se salvaron milagrosamente
En Bijagua de Upala, las familias de Otilio Pichardo y su hermana Idalie vieron momentos de terror hace cinco años cuando el huracán arremetió con toda su fuerza en la zona. Aunque perdieron sus bienes, agradecen la oportunidad de seguir con vida.
Don Otilio tiene 60 años y desde hace 20 años tiene un negocio llamado Tilapias Ángel en Bijagua de Upala. Se trata de una empresa familiar. En el lugar hay estanques y un restaurante muy popular.
El 24 de noviembre del 2016, al igual que muchas personas en la comunidad, pensaba que el huracán Otto no impactaría la zona. Con las informaciones que había escuchado, creía que el fenómeno iba a pasar por el Caribe y tomaría rumbo a Nicaragua.
El cambio en la dirección del Otto los tomó por sorpresa.
Pichardo relató que hacia el final de la tarde se quedaron sin electricidad. Llovía, pero no torrencialmente. El viento no era muy fuerte. Al caer la noche comenzó la pesadilla.
A eso de las 7:30 p.m. un estruendo alteró todo. Don Otilio pensó que era un trueno. De pronto hubo una especie de temblor, se escucharon unos gritos y él salió a ver qué ocurría.
Alumbró con un foco y vio la avalancha y a un hombre que trataba de escapar. En su propiedad comenzaron a entrar troncos, piedras, lodo, agua y objetos de todo tipo. “Cubrió todo el proyecto”, dijo.
Afortunadamente, el nivel de los estanques estaba bajo y mucho del material quedó ahí y no siguió con dirección a su casa. Don Otilio, como pudo y en medio de la confusión, salió junto a su esposa Ligia Acuña y sus tres hijos José Ángel, Ángel Alexis y Priscilla.
La tragedia impactó a la familia pues uno de sus sobrinos, que vivía en la localidad, perdió a su esposa y a su hija pequeña. Ambas fallecieron arrastradas por la avalancha.
Escuche aquí el relato completo:
[audiosrc=»/MP3/noviembre-2021/PICHARDOOTILIOWEB.mp3″]Con la luz del día, Pichardo pudo constar la magnitud de los daños. Su negocio estaba arruinado.
Familiares, vecinos y allegados comenzaron la titánica labor de limpiar el lugar. La misión que lucía imposible, tiempo después se convirtió en realidad.
Con mucho esfuerzo y sacrificios, don Otilio y su familia lograron reabrir Tilapias Ángel. Sus estanques, jardines y la vista al cerro volvieron a ser sus atractivos. Actualmente, el antojo de una tilapia frita y otros platillos es el pretexto perfecto para la parada de muchos turistas locales y extranjeros.
“Solo Dios”
A unos 200 metros de distancia, Idalie Pichardo, hermana de Otilio, también vivió momentos llenos miedo, angustia y desesperación.
Como el paso del huracán por la zona norte generaba incertidumbre, la familia decidió reunirse en la vivienda de la mujer. En la casa estaba su esposo Marco, sus hijos Christopher, Angelina, Katherine, Idalie, su yerno David y su nieto de 10 meses.
El 24 de noviembre del 2016, con el corte de electricidad en la tarde dejaron de recibir noticias con respecto a Otto. Al igual que otros vecinos durante el día y la tarde no notaron nada fuera de lo común en el tiempo. Pero al anochecer el giro fue de 180 grados.
El retumbo fue el preámbulo de un fuerte impacto que arrancó parte de la casa y arrastró a la familia completa varios metros. A pesar de la avalancha, todos sobrevivieron, incluso el bebé que gateaba pues lograron sostenerlo.
Doña Idalie comentó a Noticias Columbia que no encontró explicación para que siguieran con vida. “Solo Dios”, dijo.
Escuche aquí el testimonio:
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