Costa Rica refuerza su meta de eliminar la tuberculosis al 2035
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente a los pulmones. Es transmitida de una persona a otra a través de gotículas generadas por pacientes con la enfermedad pulmonar activa y son expulsadas al hablar, cantar, estornudar y principalmente al toser.
Cada 24 de marzo se celebra el Día Mundial de la Tuberculosis para crear conciencia sobre el impacto de la enfermedad en todo el mundo y la necesidad de avanzar hacia su eliminación.
En Costa Rica se vigila desde los años setenta, y desde abril de 1983 es de notificación obligatoria.
El 03 de marzo de este año se dio a conocer la Norma para la Vigilancia y el Control de la Tuberculosis, que permite que el sector público y privado puedan elaborar lineamientos. Además el país cuenta con la Comisión Nacional de Tuberculosis, conformada por el Ministerio de Salud, Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), INCIENSA y Ministerio de Justicia y Paz. Se encarga de velar por la vigilancia, el control y el manejo de la enfermedad y da apoyo a los niveles regionales y locales.
Comportamientos en el país durante los últimos años
En Costa Rica la tuberculosis ha disminuido en los últimos 10 a 15 años, es por esto que se ubica en los entre los 15 países con menos casos en las Américas.
En el 2010 se reportaron 533 casos, para el 2015 hubo 426 y en los últimos cuatro años se han registrado menos de 400 casos.
Los países de la región buscan trabajar para convertirse en la primera en eliminar la enfermedad del mundo, el primer paso es que se den menos de 10 casos por cada 100.000 habitantes.
La mortalidad ha disminuido en los últimos años, por ejemplo en el 2000 se registraban 60 muertes, para el 2010 hubo 41 y en los últimos cinco años ha habido entre 29 a 37 casos por año.
En todas las provincias del país se han registrado casos de tuberculosis, sin embargo hay lugares con una mayor concentración como Guanacaste, Limón y Puntarenas.
En cuanto a grupos de edad, entre el 2016-2021 se da más entre 45 a 60 años.
Su transmisión es más posible en poblaciones vulnerables en condiciones hacinamiento, pues la bacteria es sensible al sol, es decir, se puede mantener en lugares donde no hay sol o aglomeración de personas, por lo tanto transmitir con mayor facilidad.
Según datos de OPS/OMS, cada día, cerca de 30.000 personas en todo el mundo contraen la enfermedad y aproximadamente 4.000 mueren a causa de ésta.