De la tranquilidad a la tensión: Ronald González tras su gira por Europa
El seleccionador nacional fue al Viejo Continente tranquilo, con la intención de ver de cerca el trabajo de potenciales convocados, hablar con ellos y con sus entrenadores y directivos.
Todo iba más o menos normal… al principio. «Fue de menos a más. Llegamos a España a principios de marzo (a reunirse con Óscar Duarte, del Levante) y no se escuchaba tanto que el virus se estaba propagando tanto, con la velocidad que ha sucedido posteriormente», relató a Columbia Deportiva.
Después se fue donde los otomanos. «En Turquía (donde estuvo con Celso Borges, del Goztepe) no había casos registrados, incluso el campeonato siguió jugándose hasta hoy».
Comentó que no sentía alarma, que siguió su rutina. «Hice mi vida normal. En las mañanas salí a correr, a hacer ejercicio».
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Luego voló a Polonia, para reunirse con Felicio Brown del Rakow y todo cambió. Los semblantes eran otros.
«Al final del tercer día en Polonia comenzó a ponerse más difícil, cuando nos mandaron una nota del PSG (donde ataja Keylor Navas) que no nos podían recibir (por la alarma por el coronavirus».
«Y de inmediato llegó notificación del Bochum (donde actúa Cristian Gamboa), que nos podían recibir bajo nuestra propia responsabilidad, porque se jugaría a puertas cerradas».
«Nos ofrecieron palco, pero después lo cancelaron definitivamente. Se amplió el plan de emergencia y entonces intentamos apurar el regreso».
González ya lleva diez días en Costa Rica, en completo aislamiento, como dictan los protocolos del Ministerio de Salud.
