De sentir que se moría al éxtasis en solo 3 minutos
El marcador iba cero a cero y el reloj marcaba el minuto 62 cuando un pase largo, larguísimo, llegó a los pies de la delantera morada Carolina Venegas…
«Sentí que me iba a dar un infarto», se sinceró el técnico de Codea LDA, Edgar Rodríguez, al recordar ese momento.
Venegas se enfiló sola, sola, solísima, enfrentó a la portera manuda, Yalitza Sánchez, y la superó con un toque rastrero y esquineado…
«Desde donde yo estaba, se veía que era gol. Casi me da un infarto», enfatizó Rodríguez, como acongojado por el recuerdo. Sentía las pulsaciones a mil.
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La bola siguio su curso, lenta y caprichosamente, se estrelló en el vertical izquierdo y, pudiendo para rebotar hacia cualquier lado, cayó en pies de Laura Sánchez, defensora rojinegra, quien no se corrió riesgos y la envió al tiro de esquina.
«En ese momento sentí que seríamos campeones», recordó Rodríguez, para quien aquel milagroso poste fue como una señal de que Codea Liga Deportiva Alajuelense vencería al Deportivo Saprissa en la final del fútbol femenino.
Tictac, tictac. Se cobró el córner, rechazó la zaga, Lixy Rodríguez remató desviado, cobró de puerta Saprissa, recuperó Alajuelense, Shirley Cruz habilitó a Lixy, disparó, repelió la guardameta tibaseña, Noelia Bermúdez, y Priscilla Chinchilla mandó el rebote a las piolas, ¡gol manudo, al 65′!
«Es un premio merecido, se le ganó a dos grandes equipos, como Moravia Herediano y Saprissa», dijo, todavía eufórico, Edgar Rodríguez, quien pasó de la agonía al éxtasis en solo tres minutos.