Este jueves, la Policía de Migración detuvo a diez sospechosos de conformar una organización de trata de personas para la explotación sexual que operaba en San José, Guanacaste, Cartago y Alajuela. La imagen es de un local en Barrio Amón. Foto: Migración.
Los sospechosos de apellido Chavarría, Sánchez, Mejía, Cruz, Santamaría, Pérez, Eguigure, Chavarría, Zeledón y Altamirano. En el grupo hay costarricenses, nicaragüenses, dominicanos y panameños.
Además, horas más tarde en San Carlos, se detuvo al presunto líder de la organización de apellido Sánchez.
Las víctimas son de nacionalidad nicaragüense, mexicana, panameña, dominicana y colombiana. La directora general de Migración, Raquel Vargas, se refirió en Noticias Columbia sobre las mujeres afectadas.
De acuerdo con la investigación, la red criminal cuenta con un alto nivel económico. Se presumen que trasladaban a sus víctimas en nueve establecimientos donde brindaban el servicio sexual, cobrando desde ¢16 mil hasta ¢500 mil.
La organización sometía a las víctimas a permanecer en diferentes establecimientos bajo distintos métodos de amenaza, y no podían salir sin autorización.
Los establecimientos abrían a pesar de las medidas impuestas por el Ministerio de Salud, como lo comentó el subdirector de la policía de Migración, Alonso Soto.
En total se realizaron diez allanamientos en las provincias de San José, Cartago, Guanacaste y Alajuela en donde participaron miembros del Ministerio de Seguridad Pública, la Policía de Control Fiscal, Servicio de Vigilancia Aérea y Policía de Fronteras.
Todos los miembros enfrentarían cargos por el delito de trata de personas.
