El amor de Wilmer por la Liga: aceptaría recibir menos salario
«Como cualquier otro trabajo, diay, está expuesto uno a que tarde o temprano te despidan. En el caso mío, me liquidaron el viernes, pero la intención de la Junta Directiva es reacomodarme ya en una parte administrativa, función que ya venía ejerciendo hace varios meses».
Así se toma Wilmer López el final de su relación contractual con Alajuelense, que espera se reestablezca a la brevedad, aunque sea en inferioridad de condiciones económicas.
La decisión del equipo la califica de «normal y lógica. Tengo que ser sincero. La parte económica mía, para la parte administrativa, era demasiado alta y ellos, por Ley, no pueden bajarme el salario de la noche a la mañana. Entonces, ellos tienen que liquidarlo a uno y recontratarlo, por decirlo así».
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López le adelantó a Columbia Deportiva que su trabajo sería «en una función que es en la que estaba, con las asociaciones. Es agradable, es muy aceptado uno».
«El Pato» explicó que se trata de un trabajo en las filiales de Alajuelense por todo el país, y otro rubro de mercadeo, en el que busca establecer vínculos comerciales entre la Liga y empresas a fin de ofrecerles a los asociados productos del equipo, desde signos externos hasta paquetes de entradas y afiliaciones.
Ama a la Liga, pero…
«Me hubiera dolido si quedo fuera de la institución completamente. Quedar fuera a 20 días de cumplir los 100 años, después de haber estado uno 40 años en la institución, pucha, así sí lo hubiera golpeado mucho a uno», profundizó, pero se encuentra esperanzado de seguir en el club que tanto ama.
«La esperanza mía es poder mantenerme. La Junta Directiva decidía en al reunión de este fin de semana, la posición mía. Las condiciones en que me van a dejar. Uno como empleado toma la decisión, si las condiciones están bien y sigue uno metido dentro de la institución».
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Se sinceró: le está dando vueltas al aspecto económico. «No nací en cuna de oro. No tengo plata como para decir que si me echaron puedo seguir con lo ahorrado. Tengo familia, gastos, deudas, como cualquier persona».
López no oculta cierta preocupación. «Diay, uno no es el que manda, uno no es el jefe, el que toma la decisión (…) Estoy a la espera de la posición en que me van a dejar y la situación cómo me la van a dejar, en la parte económica, que no deja de tener su peso, para uno decir ‘continuamos’ o ‘continúo, pero tengo que buscar una entrada por otro lado’. Hay que tomar una decisión dura, difícil y dolorosa quizás para uno, y quizás buscar otra situación».