Este cariareño, nacido en el hospital de Guápiles, es parte del esfuerzo que realiza el Santos para aprovechar el talento que promueven sus ligas menores y la región Caribe Norte.
Emer Espinoza, quien ya había debutado en primera división con los albirojos, tuvo su mejor presentación en el juego ante Limón que terminó con empate a un gol.
Ahí demostró que a sus 23 años, posee la fortaleza mental para invertir tiempo en su preparación de cara al futuro. Espinoza manifiesta que el ingreso a la primera división le cambió la vida, pues antes trabajaba como mecánico de motocicletas y ahora solo se dedica al fútbol.
“Yo inicié mi carrera en las ligas menores de Cariari a los 9 años. Ahí pasé todo el proceso de liga menor hasta que llegué a Guápiles. Tengo año y medio de estar con Santos”, contó el joven guardameta.
El día a día de esta promesa empieza muy temprano en tierras cariareñas. “Yo me levanto a las 5:30 de la mañana para viajar a los entrenamientos en Guápiles. Viajo con los compañeros de Cariari”, explicó.
“Es que ahora solo me dedico al fútbol. Me dedico a entrenar diariamente y siento que los juegos que he realizado los hice de la mejor manera. Me falta mucho por aprender pero con trabajo y con la ayuda de los entrenadores seguiré mejorando”, reflexionó el joven guardameta santista.
El arquero agradeció el respaldo que siempre le dan los aficionados rojiblancos.
