El consumo de combustible cayó 47 por ciento debido a la pandemia por Covid. Lo muestra un estudio de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos, Aresep a los usuarios de estaciones de servicio, para medir el nivel de satisfacción.
El estudio se realizó en viviendas entre el 26 de octubre y el 16 de noviembre de 2020, a mayores de edad, en las seis regiones del país, con una muestra de 2.301 casos.
Además, las gasolinas súper y regular son las más usadas para los vehículos con 56 y 37 por ciento respectivamente.
Antes de la pandemia, los conductores en su mayoría solían comprar combustible una vez a la semana o cada dos semanas, pero en los últimos seis meses disminuyó la frecuencia de compra debido a las restricciones sanitarias para la circulación de vehículos.
Sobre el monto en colones de las compras de combustible, 54 por ciento de los casos se concentran en el rango de 10 mil colones a menos de 20 mil. El 45 por ciento de los conductores no saben cuánto volumen de combustible compran regularmente.
Un 52 por ciento acostumbra pedir factura de compra.
En relación con las tarifas, 58 por ciento de los conductores opinan que el monto que pagan es alto o muy alto, 35 por ciento lo perciben bien y solo 5 por ciento lo valora como bajo. El 79 por ciento confía en que sí les cobran la tarifa autorizada en la estación.
Las estaciones de servicio obtienen la mejor calificación de satisfacción por parte de los usuarios, principalmente en temas de acceso, horario de atención, forma de cobro y disponibilidad de combustible.
Las inconformidades más citadas de los usuarios tienen que ver con los medios disponibles para comunicarse con la estación de servicio, calidad del combustible, cantidad suministrada en relación con la solicitada y seguridad.
Solo un siete por ciento de los conductores afirma haber tenido dificultades para adquirir combustible en su estación habitual en el último año, situación más frecuente en Huetar Caribe y Norte.
Otros datos reflejan que en el 42 por ciento de los hogares considerados en el estudio cuentan con vehículo propio para uso familiar o individual, penetración que alcanza los niveles más altos en las regiones Central y Chorotega y los más bajos en Pacífico Central, donde sólo 29 por ciento tienen vehículo.
En 9 de cada 10 casos el vehículo es automóvil, y en 13 por ciento es moto. Hay más automóviles en la zona urbana que la rural y más motos en zona rural.
El 99 por ciento de vehículos son de combustión y usan gasolina, diésel o gas mientras la tenencia de híbridos o eléctricos es todavía muy baja.
El 56 por ciento de los hombres son quienes conducen, mientras que el 22 por ciento de las mujeres lo hacen.
