Los homicidios motivados por el odio podrían sancionarse con hasta 35 años de prisión, según pretende una reforma al Código Penal avalada por la Comisión legislativa de Derechos Humanos.
El proyecto pretende que se considere como homicidio calificado, los asesinatos motivados porque la víctima pertenezca a un grupo etario, racial, étnico, religioso o nacionalidad específica.
Asesinar a una personas por su pertenencia a una opinión política, situación migratoria, discapacidad, orientación sexual, identidad o expresión de género también tendrían este castigo.
Con esta reforma, las condenas pasarían de entre los 12 y 18 años de prisión, hasta entre 20 y 25 años de pena.
El legislador Enrique Sánchez aseguró que el proyecto llenará un vacío que tienen las leyes del país contra los crímenes de odio.
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Esta reforma ya cuenta con un dictamen afirmativo en comisión legislativa, es decir, ya podrá ser tramitado en primer y segundo debate legislativos en el Plenario, posterior a que se fije una fecha.
