»Es lo más grande que hemos alcanzado, no solo por la semifinal y clasificar a Liga de Campeones sino por el rival que enfrentamos»
El director técnico del Forge FC, Bob Smyrniotis, llenó de elogió al rival al que eliminó de Liga Concacaf, el Santos de Guápiles costarricense.
»Es lo más grande que hemos alcanzado, no solo por la semifinal y clasificar a Liga de Campeones, sino por el rival que enfrentamos».
Para Smyrniotis el Santos de Guápiles fue un digno rival, contra el que el Forge tuvo que remar contra corriente.
Tanto así, que el partido de ida lo perdieron 3-1 en el Estadio Nacional.
Entonces los »Martillos» tuvieron que redoblar esfuerzos en Hamilton para darle vuelta al marcador y lo consiguieron con muy buen fútbol.
Encima, los primeros dos tantos fueron golazos, del panameño Omar Brownie y del canadiense de orígen emiratí, Molham Babouli.
El de Brownie fue un zurdazo desde fuera del área, un misil que estalló en la fusión de vertical derecho con horizontal. Y el vuelo del «Chaka» Ruiz lo hizo todavía más espectacular.
El segundo fue un centro desde la derecha que Babouli pescó de volea en segundo palo, sin dejarla picar, incrustando el dardo a media altura, a la derehca de Ruiz.
Tanta espectacularidad, darle vuelta a la adversidad, la calidad del rival, la clasificación a semifinales de Liga Concacaf y la clasificación a Champions League, todo revuelto en un cóctel de felicidad que llevó al técnico a niveles inusuales en él, de euforia desatada.
»Normalmente soy más mesurado», dijo, feliz, Smyrniotis.
Y la lápida, el 3 a 0, la terminó de poner un tico, el exgeneraleño Joshua Navarro, quien ingresó de cambio en la segunda parte.