Estadio Nuevo de Limón se despide del 2020 sin seguridad, con destrozos y la fe puesta en el atletismo
El Nuevo Estadio de Limón todavía no tiene seguridad, a pesar de los múltiples destrozos que lo tienen deteriorado. Objetivo del Ministro de Deportes es que el próximo año puedan iniciar las reparaciones prometidas para cederle el reducto a la Federación de Atletismo.
Culmina el año 2020 y el Estadio Nuevo de Limón sigue sin seguridad. Al parecer, el Icoder no tiene presupuesto para asumir los costos, lo que permitiría colocar un guarda que evite más destrozos en el inmueble.
De acuerdo a lo mencionado en las actas del Consejo de Deportes del Icoder, el monto que se tendría que asignar para cubrir la seguridad del reducto es de casi ₡200 millones, un rubro que, al parecer, el Icoder no puede asumir.
Aún cuando colocar un guarda en la entrada parece algo sencillo y de mucho menor costo, el Ministro de Deportes, Hernán Solano, dice que al ser una licitación pública, los montos se elevan sustancialmente.
«Habría que hacer una inversión alta de recursos económicos y esa es una limitante en este momento», dijo Solano.
Así las cosas, el reducto sigue sin protección y muy dañado. Al parecer, ya empezó el rediseño de la obra, a cargo del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), y se espera que el próximo año empiece su reconstrucción, según Solano.
Justamente por falta de seguridad, la obra fue destruida. Se robaron las pilas de los baños, las mallas, los portones, el cableado eléctrico. Rompieron los bombillos de las lámparas y dejaron los baños inservibles.
También quebraron algunas partes de la pista de atletismo que, a pesar de todo, aún es funcional y se encuentra en buen estado. La gota que derramó el vaso fue el día que ‘incendiaron’ la gramilla, como se aprecia en la siguiente fotografía:
Tras una revisión preliminar, el Icoder aprobó la ejecución de ₡600 millones de colones para reparar el reducto y hacerlo funcional nuevamente.
Es decir, primero se realizaría el rediseño, a cargo del TEC, luego se invertiría este monto económico para restaurar el reducto y, por último, vendría el paso más importante y, quizás, el punto positivo en medio de una novela de terror.
La Federación Costarricense de Atletismo (FECOA) estaría dispuesta a asumir la administración del estadio para convertirlo en el primer centro de atletismo del Caribe. Básicamente, en una cuna de atletas en la región.
Hernán Solano explicó que esta federación aceptó el desafío y sería la encargada de velar por el inmueble a partir de su restauración, o incluso antes, pues la pista aún se mantiene en buen estado.
Al firmar un convenio entre las partes, la FECOA se encargaría de colocar seguridad. Según Solano, al no ser una entidad pública, tendría menos trabas para contratar a un guarda que le de protección al inmueble caribeño.
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La reconstrucción del Nuevo Estadio de Limón vendría de la mano de un proyecto deportivo para potenciar a los talentos del Caribe.
Desde hace algún tiempo, el Icoder busca una vía alternativa para ceder este proyecto, creado en el 2009.
Durante un largo periodo de tiempo, fue el Ministerio de Educación Pública el que lo administró, colocando unas aulas debajo de las graderías.
Posteriormente, el MEP lo devolvió al Icoder, pero en el impasse que se produjo entre el cambio de manos, los criminales se encargaron de destruirlo.
A la fecha, nadie asume la responsabilidad de quién debió cuidarlo en aquel momento para que no lo destrozaran, ni el MEP ni el Icoder.