Ex jerarca de Pensiones considera ‘autogol’ de la Caja haber disminuido la base contributiva
El ex superintendente de Pensiones, Edgar Robles, criticó que la Caja Costarricense de Seguro Social bajara la base contributiva a las empresas, como una supuesta ayuda para ayudarlas a paliar la crisis debido al Covid-19.
Robles adujo que más bien se incrementó el problema de falta de ingresos, puesto que se aplicó por igual a las empresas grandes y que no han tenido tantos inconvenientes.
A juicio del economista, a las empresas pequeñas de nada les sirvió, puesto que igual muchas tuvieron que cerrar, y el problema de falta de ingresos se unió al que ya de por sí experimentaba la CCSS, debido a los despidos y al rebajo de salarios derivados de la pandemia.
Empero, el gerente de Pensiones de la Caja, Jaime Barrantes, defendió que la adopción de dicha medida se enfocó, principalmente, en los trabajadores independientes.
«La junta directiva acordó que esa base mínima pudiera reducirse al menos por tres meses para que las personas pudieran seguir cotizando, siendo cubiertas por salud y pensiones», adujo Barrantes.
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Ambos fueron invitados a la sección Frente a Frente en Noticias Columbia de esta mañana (5.15 a 6.55 a.m.).
Este martes trascendió que el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte se expone a dejar de recibir 417 mil millones de colones a diciembre, lo que obligaría a usar un 20% del fondo de reserva, el cual nunca había sido tocado.
Para Edgar Robles, una de las soluciones para tratar de garantizar la continuidad del régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte sería cambiar el esquema solidario, en el que todos los fondos van a una «olla común», para pasar a ahorros individuales de cada trabajador.
Por su parte, Barrantes indicó que una de las medidas que se estudia tiene que ver con el portillo para jubilarse anticipadamente antes de los 65 años de edad, a los 60 años las mujeres y a los 62 años los hombres.
De acuerdo con el último estudio actuarial, que data de 2019, de no tomarse medidas el régimen ya se exponía al colapso alrededor del año 2030… proyección que ahora cambia radicalmente a raíz de la crisis por el Covid-19.