Baldazos

Final pareja, pero devaluada

Saprissa y Herediano llegan a la gran final del Verano 2017 con todos los méritos. Sin duda, son los dos mejores equipos del campeonato. Y punto. Cero discusión. Pero no son las mejores versiones de sí mismos. Por lo tanto, es una final devaluada.

Por más que haya sido líder general en fase regular, ¿alguien se atrevería a decir que este Saprissa es mejor que el de hace seis meses? Lo dudo. Sin Machado, Miller, Calvo, Guzmán y Blackburn, el DT Carlos Watson ha tenido que sacar conejos del sombrero para rehacer un plantel competitivo. Y, en medio de las limitaciones de nuestro campeona-tico, le ha bastado.

Pero la «S» deja muchas dudas, principalmente en retaguardia. Tanto, que ha sufrido un problema poco común para los morados: las goleadas adversas. Cartago le clavó 3-0, la Liga 3-1 (gol agónico de maquillaje para los tibaseños, después de sufrir un baile), Limón 5-1 y el Pachuca 4-0. Para colmos, perdió dos partidos como local, ante Belén y Santos. ¡Belén y Santos! Don Carlos no ha podido consolidar una pareja de centrales estable. Han jugado Cascante-Myrie, Cascante-Salinas, Cascante-Mora, Mora-Myrie, Medina-Cascante, etc., muestra de irregularidad y explicación de vulnerabilidad. 

Por más que haya ganado la cuadranguar, ¿alguien se atrevería a decir que este Herediano es  mejor que el de hace un semestre? Lo dudo. Mucho. Sin Yendrick, Hansen, Torres y Yosimar, Medford tuvo que ingeniárselas con un reacomodo fundamental para salir avante: el adelantamiento de Elías Aguilar como un mediapunta, más cerca del área rival, para suplir más y mejor al único delantero rojiamarillo con rendimiento decente en el certamen, Jairo Arrieta. Y… ¿si no está Elías? Le cuesta muchísimo. Su ausencia contra Limón no pesó, pero ese 5-0 no es reflejo de la realidad, porque la Tromba se convirtió en garúa al final del certamen fuera del Juan Gobán, apaleada por Pérez Zeledón, el Team (dos veces), Belén, Saprissa y Santos.

Hoy, el Team compite, da pelea, pero ya no es aquella aplanadora que asustaba, principalmente en el Rosabal Cordero. Inclusive no perdió uno, ni dos, ¡sino tres partidos en el otrora fortín inexpugnable!, contra Limón, Cartaginés y el mismo Saprissa.

Por lo tanto, sí, son los dos mejores equipos. Eso no se discute. Pero llegan devaluados y vulnerables, como no se les veía desde ha mucho rato.

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