Gerente de la década anterior con el Herediano reconsidera su posición y asegura que mediante estudios ahora tiene claro las claves de que se juegue con más equipos en la primera división.
Jafeth soto se le va al cuerpo a la determinación de Unafut, apoyado en su momento por los presidentes de los equipos de la primera división de bajar a 10 equipos en la Liga Promérica.
Este es un estandarte que inicialmente, entre otros, enarboló el Saprissa de Juan Carlos Rojas y que fue apoyada, de manera inteligente o no, por los jerarcas de los clubes, varios de ellos que ahora se desdicen de tal determinación.
La idea original que vendieron los defensores de esta idea, que además, no es nueva, es parte de una consigna histórica de los equipos llamados grandes, era que no se podía elaborar un calendario que respetara todas las competencias nacionales e internacionales y diera espacio a la selección y sus compromisos.
Ahora y después de ser parte de la comisión que diagnosticó esta posición, Jafeth Soto, gerente del Herediano, asegura que ha reflexionado y está en desacuerdo porque sería la peor decisión que se tome para el fútbol nacional.
”Lo mejor es quedarse mínimo en 12, bajar a 10 es un desastre”, dijo de manera categórica y en su mejor estilo el gerente del Herediano Jafeth Soto.
Pero cuáles son los argumentos y la viabilidad de este proyecto que no solo pretende dejar en 12 los equipos en la Liga Promérica, si no, que podría incluso subir a 14, como en determinado momento sugirió el extécnico de la selección Nacional Rolando Villalobos.
“Yo no le veo ciencia a bajar a 10 equipos, o sea no le veo porque en Uruguay que son menos habitantes que en nuestro país tienen 16 clubes, entonces no le veo cabida a ese concepto”, amplió el dirigente rojiamarillo.
Uruguay es de primer mundo en producción de jugadores de alto nivel y sus selecciones menores y mayores son protagonistas en el contexto internacional, sobre todo en el área de Suramérica junto a potencias como Brasil y Argentina.
Lo que se debe comprender de una vez por todas es que la industria del fútbol es una empresa privada, cuyos socios son los clubes que integran la primera división y sus decisiones son abaladas o no por sus presidentes.
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Que gusten o no a la mayoría o minoría de los aficionados sus determinaciones, es otra cosa y que sus decisiones son igualmente de recibo y ejecución interna, siempre que haya mayoría de votos por parte de sus representantes, en este caso los presidentes de cada equipo.
Pero lo más importante es que todavía no existe un estudio de factibilidad, apoyado en un respaldo de profesionales en aspectos de mercadeo, administración, infraestructura y ante todo deportivo-competitivo mayor y menor, sobre el mejoramiento del fútbol si se decide bajar a 10 los clubes o se sube a 14, como las partes enfrentadas lo promueven.
“Después, aunque yo estuve metido en esa comisión, ya uno empieza averiguar y empieza a ocuparse más y no hay necesidad de bajar, sí no más bien yo subiría”, dijo Soto.
Nadie de un lado y otro puede certificar que el fútbol mejorará sustancialmente con ocho, diez, doce o catorce equipos y que nuestras selecciones mayores y menores van a clasificar a todos los mundiales y que nuestros equipos serán ganadores en el área de Concacaf.
