Han sido varios los casos de jugadores costarricenses que se van para Europa y encuentran una realidad muy distinta a la que viven en Costa Rica desde el punto de vista de la competición del fútbol.
Desfase en el ritmo de juego, carencia en la técnica, desconocimiento táctico y falta de bases físicas son algunos de los problemas con los que tienen que lidiar una vez instalados en sus clubes.
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“Es difícil, obviamente hay que adaptarse, cuando uno llega a acá se topa con muchas cosas diferentes. No es falta de calidad o de talento sino que quizá nosotros no estamos acostumbrados a trabajar tan intensamente”.
Smith piensa que el no contar con entrenadores – formadores más capacitados y con la infraestructura necesaria hace que, a la hora de ir al extranjero el futbolista nacional, no pueda competir de tú a tú.
“Siento que es más que todo eso, porque en lo que es calidad y todo lo demás estoy seguro que en Costa Rica tenemos de sobra”, subrayó.
Ian va a cumplir su tercer año en el viejo continente. Ahora está a la espera de que el campeonato sueco se pueda reanudar para demostrar por qué está ahí.
