Las personas piden mayor apertura con las visitas generales y que se reanude la visita íntima, conocida como conyugal. Al mediodía de este lunes, la situación se mantenía en seis centros penales del país, según la información del Ministerio de Justicia.
Se trata de las cárceles Terrazas, Luis Paulino Mora, Jorge Arturo Montero Castro (La Reforma), ubicadas en San Rafael de Alajuela, así como la Antonio Bastida de Paz en Pérez Zeledón, la de Liberia y el centro penal para mujeres Vilma Curling, en San José.
Sin embargo, la Asociación Ayudando a los Privados de Libertad y sus Familias-Costa Rica, sostiene que los datos que dio el Ministerio de Justicia se quedan cortos pues el asunto ocurre en 11 centros penales y lo calificó como una «huelga de hambre masiva» que lleva ya seis días.
La organización estima que la protesta implica a más de cuatro mil personas privadas de libertad.
¿Qué sucede?
Actualmente, a las personas privadas de libertad se les permite la visita general, durante una hora, de una persona adulta que si lo desea puede llevar a un niño o niña. La visita íntima está suspendida por completo.
Entre las peticiones de quienes protestan también se incluye la posibilidad de eliminar el distanciamiento con los visitantes y permitir el contacto físico como el saludo con abrazo.
La ministra, Fiorella Salazar, dijo que las peticiones son válidas y comprensibles pero que su concreción depende de coordinaciones y decisiones con autoridades sanitarias. Negó además que se le esté restando importancia a la situación o minimizándola.
Añadió que se están atendiendo todas las consultas sobre este tema y que los directores recorren los centros penales tratando de explicar a la gente que la institución está de acuerdo con las peticiones.
«Es una encrucijada interesante porque nosotros entendemos y validamos las necesidades que está expresando la población penal; lo único que le decimos es que estamos en el camino a llegar a ese día, uno más rápido que otro. El de la visita general creo que que puede llegar más rápido que el de la visita íntima, pero las condiciones no se han dado», aseveró
Explicó que de momento no se registran personas con quebrantos de salud por falta de alimentos. Dijo que hay privados de libertad que no reciben la comida de los centros penales pero sí consumen alimentos que les llegan por encomienda de familiares o allegados.
Por esta razón no se refiere al problema como una «huelga de hambre». Recalcó que, durante el fin de semana, se hicieron valoraciones médicas a un grupo de las personas que mantienen la protesta.
La jerarca dijo que el Ministerio está en conversaciones con autoridades sanitarias para determinar si es posible una apertura mayor con las visitas.
En el caso de la íntima, explicó que los espacios que se utilizaban con ese fin, actualmente se emplean como zonas de aislamiento para casos confirmados o sospechosos de Covid-19.
De reactivarse las visitas íntimas, en las cárceles tienen que buscar la forma de conservar los espacios de aislamiento que son claves para evitar contagios masivos de la enfermedad.
Por estas razones es que no hay aún en el horizonte una posible fecha en que la situación esté solucionada.
Salazar se refirió además al caso de un privado de libertad, de apellido Salmón, que murió tras ser atacado el fin de semana en la cárcel Terrazas en Alajuela. Aseveró que el hecho no tiene relación con la huelga de hambre.
Versión opuesta
Rafael García Cordero, presidente de la Asociación Ayudando a los Privados de Libertad y sus Familias, Costa Rica, dijo a Noticias Columbia este lunes que las cifras de la huelga de hambre son muy distintas a las oficiales y citó los sitios donde tiene reportes de que la protesta se desarrolla de forma amplia.
García también rechazó la versión de que privados de libertad, que estén en la huelga de hambre, consuman alimentos enviados por encomienda.
El vocero de la Asociación afirmó que el caso de la riña que provocó la muerte del privado de libertad el fin de semana, sí está relacionada con la huelga de hambre.
La versión que maneja es que el hombre instó a los demás a terminar la protesta y recibir los alimentos. Eso habría provocado discusiones y posteriormente el altercado.
