Fútbol Nacional

La ‘bola de nieve’ de Rubilio Castillo ahora rebota en Saprissa

 
Conozca la radiografía de un caso que toma a Saprissa con la ‘guardia baja’ y lo obliga a reaccionar para evitar una sanción millonaria o, en el peor de los casos, un castigo que le impediría fichar nuevos jugadores. Así es como el conflicto de Rubilio Castillo empezó a crecer como una ‘bola de nieve’ hasta rebotar en Tibás.
 
Una determinación de la Cámara de Resolución de Disputas de FIFA coloca a Saprissa en una posición incómoda e inesperada, en la que podría recibir un fuerte castigo, a pesar de que no es el actor principal de la película.
 
A partir de ahora, la ‘S’ tendrá que actuar rápido para impedir uno de los dos posibles castigos que acarrea la resolución: De no apelar la decisión, la ‘S’ tendría que pagar más de 100 millones de colones, o aceptar la sanción del ente que lo imposibilitaría de fichar jugadores nacionales o extranjeros durante tres ventanas de pases, un hecho sin precedentes en el fútbol de Costa Rica.
 
Con la colaboración del abogado especialista en derecho deportivo, Rodrigo Chaves, ‘Columbia’ exploró en el caso, que tiene como protagonista estelar al delantero hondureño y exjugador de Saprissa, Rubilio Castillo.
 
Antes de abordar, paso a paso, todo lo que sucedió con anterioridad para llegar hasta la notificación enviada por FIFA al equipo morado durante esta semana, es necesario comprender el contexto general y en qué se metió el catracho.
 
Básicamente, la FIFA determinó que el jugador incumplió su contrato con el club chino, Natong Zhiyun FC, sin justa causa y lo obligó a pagar $218.000 (133 millones de colones). De no hacerlo, se quedaría sin jugar durante un periodo de tiempo.
 
En el reglamento de FIFA se establece que si un futbolista incumple el contrato, el club con el que firmó posteriormente, en este caso Saprissa, se convierte en ‘responsable solidario’ y tiene una obligación conjunta de efectuar el pago.
 
Básicamente, FIFA parte de la premisa de que si un jugador rompe un contrato sin justa causa, es porque alguien más lo va a contratar, explicó Chaves.
 
Es decir, el club tibaseño tendría que asumir la suma económica ($218.000) o sino el ente le aplicaría un castigo: le impediría firmar nuevos jugadores durante tres ventanas de fichajes.
 
Evidentemente, en la ‘S’ aseguran que no conocían nada de esto, pues ellos negociaron con el Motagua catracho y no con los dirigentes chinos.
 
Es importante saber que la resolución no es definitiva y que el departamento legal del club morado tiene la posibilidad de apelar.
 
Ahora, para comprender todo lo que pasó y lo que podría venirse, hay que subir escalón por escalón hasta la cumbre de este embrollo administrativo:
 
La cámara. En primera instancia, habría sido Rubilio Castillo el que demandó al Natong Zhiyun FC ante la Cámara de FIFA. ¿Por qué? Pues porque, aparentemente, los acusaba de no pagarle un monto económico que ya se había acordado en un pre-contrato firmado entre las partes, según se explica en el sitio web www.everardoherrera.com y detalla el Diario Diez catracho.
 
Es decir, no le habrían pagado los $50.000 (cerca de 30 millones de colones) que decía el contrato porque, al parecer, no pasó unas pruebas físicas.
 
Según explica ‘Diez’, el club le pidió realizar una prueba deportiva y, por ende, con un esfuerzo físico de por medio, justo después de bajarse del avión, tras un vuelo largo, algo que no estaba contemplado en el contrato.
 
Además, quería que se trasladara a otra ciudad para iniciar la pretemporada, sin que tuviera un periodo de descanso, algo a lo que se negó el futbolista y se regresó a Honduras. 
 
 
El club asiático negó por completo que esto haya sucedido. Así que presentó las pruebas y después contrademandó a Rubilio Castillo al considerar que rompió el vínculo unilateralmente y sin causa justa para abandonar el club.
 
Pero, ¿por qué se llevó este caso ante una cámara internacional? Básicamente, FIFA creó un órgano que sirve como mediador en los conflictos entre jugadores y equipos y se le llama ‘Cámara de Resolución de Disputas’.
 
Muchas federaciones de FIFA suelen tener su propia cámara, pero cuando se produce un conflicto legal entre un club y un futbolista de otro país, es habitual que se brinquen el órgano local y vayan hasta el internacional.
 
Sin justa causa’. ¿Y qué significa que se rompió un contrato ‘sin justa causa’, como aparentemente lo hizo Rubilio?
 
Rodrigo Chaves explicó que la FIFA establece como premisa que los contratos que se firmen entre club y jugador deben ser cumplidos. 
 
Sin embargo, puede haber excepciones. Es decir, si puede rescindir un vínculo si hay una causa justificada. La más común: Salarios atrasados.
 
De acuerdo al reglamento del ente, un futbolista puede pedir que se rescinda un contrato cuando ya hay un retraso mínimo de dos salarios mensuales y siempre y cuando se le haya notificado al club que se debe poner al día.
 
Después de la notificación, el equipo tiene 15 días para ponerse al día.
 
Así fue que rescindió su contrato con el Trabzonpor turco el arquero Esteban Alvarado. A pesar de que el club llevó el caso a la cámara, al final el ente le dio la razón al jugador y obligó al equipo a pagarle un monto económico.
 
 
 
Responsable solidario. Después está el término que la cámara le endosa a Saprissa para responsabilizarlo en el caso de Castillo.
 
FIFA dice que el equipo morado es «responsable solidario».
 
Esto quiere decir que si el futbolista rompe el contrato sin causa justificada, el club al que partió después está obligado a indemnizar a la otra parte. Es decir, la ‘S’ le tendría que pagar al equipo chino.
 
Lo confuso en este caso es que la ‘S’ no negoció con los asiáticos, sino con el Motagua. Básicamente, el futbolista nunca llegó a jugar en China porque no habría pasado las pruebas, entonces se regresó a Motagua.
 
Cuando ya estaba en Honduras, la ‘S’ lo firma.
 
Sin embargo, aparentemente, habría un pre-contrato ya establecido entrre el Natong Zhiyun FC y el futbolista.
 
Chaves dice que el caso es muy particular, pues el término ‘pre-contrato’ no es avalado en el actual reglamento de FIFA.
 
Único castigo. El reglamento explica que sino se le paga la indemnización al club chino, el futbolista recibiría una sanción de seis meses sin jugar.
 
Mientras que el club ‘responsable solidario’, el Saprissa, no podría inscribir nuevos jugadores nacionales o extranjeros durante tres ventanas de fichajes.
 
Es decir, se tendría que quedar con el mismo plantel, sin modificación alguna.
 
Habitualmente, hay dos ventanas por año para firmar nuevos futbolistas.
 
 
Apelación morada. El Saprissa tiene 21 días para reaccionar y pedir una apelación ante otro órgano internacional, el TAS (Tribunal de Arbitraje del Deporte).
 
Es ente órgano que puede defenderse y demostrar que nunca negoció con el equipo chino.
 
La otra alternativa posible es que pague los $218.000 y no reciba el castigo, o que acepte la decisión de la cámara y se quede sin fichar por tres periodos.
 
Apelar, evidentemente, no es gratis. Solo para presentar la documentación y que acepten el caso hay que pagar más de 1.000 euros (cerca de 650.000 colones).
 
Eventualmente, el TAS también cobra otros rubros, como el pago de los honorarios de los árbitros encargados de llevar a cabo la audiencia, así como otros gastos por trámites administrativos.
 
La posición de Saprissa. Mientras tanto, Saprissa ofreció una posición clara sobre el tema, ante consulta del periodista Anthony Porras de ‘Columbia’.

»La Cámara ha interpretado que dicho incumplimiento involucra a la institución como ente solidariamente responsable por haber contratado a Castillo en 2019″.

«El Deportivo Saprissa llevó a cabo dicha transferencia sin conocimiento alguno de la existencia de ese precontrato y realizó la transferencia, de Club Motagua a Saprissa, contando con las declaraciones de libertad correspondientes y con el debido registro del certificado internacional».

«La institución evalúa en detalle los antecedentes, mecanismos y procedimientos para salvaguardar la integridad deportiva y económica de Saprissa, dentro de los plazos establecidos por la FIFA», se lee textualmente», cita el comunicado de prensa.

*Fotografías: Saprissa y ‘La Nación’.

Jose Pablo Alfaro

Periodista y editor web de Deportivas Columbia con más de 11 años de trayectoria en medios de comunicación. Laboró en ADN Radio, el periódico Al Día y la sección 'Puro Deporte' de 'La Nación'. Fue corresponsal de ESPN Deportes Radio para Costa Rica durante nueve años. Bachiller en periodismo, con un diplomado en periodismo deportivo y una especialidad en metodología de fútbol base en MBP School of Coaches. Mención honorífica en premio a periodista del año en 'La Nación' en 2017. Ganó premio internacional 'Pasaporte Abierto' en la categoría originalidad.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba