La Liga es una máquina sin piezas irremplazables: El líder invicto ganó en San Carlos
Aceitada, la trituradora de rivales ensamblada por Andrés Carevic parece no tener piezas irremplazables, imponiéndose el funcionamiento colectivo por encima de las individualidades.
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Así se explica la victoria de la Liga sobre San Carlos, de visitante (0 a 1), aún plagada de numerosas y sensibles bajas. Sensibles teóricamente, pero que en la práctica no lo fueron tanto.
El mecanizado líder llega a 15 fechas invicto en el Clausura, sin depender de solista alguno, amparado en una orquesta muy bien coordinada por su director (técnico).
En su visita a Ciudad Quesada, a la Liga le faltaron los pesos pesados Leonel Moreira (el muro), Alex López (el ingeniero), Bryan Ruiz (el capitán) y Johan Venegas (subgoleador). Cuatro, ¡cuatro futbolistas determinantes!
También faltaron un «peso medio» que es titular (Barlon Sequeira) y otro más livianito, el lateral Ian Smith, que alterna la banda derecha con José Salvatierra. Todos ausentes por convocatoria a «Sele» mayor (empate con Bosnia y derrota ante México) y en el caso de López a la «H» catracha.
Así las cosas, los Toros del Norte trataron de abalanzarse en los primeros minutos para impresionar a los sub23 que predominaron en la formación rojinegra… Pero no lo consiguieron.
Los jóvenes erizos, acuerpados por figuras como Daniel Arreola, José Miguel Cubero, Marcel Hernández y el propio «Salva», demostraron calidad y personalidad.
Los manudos no solo soportaron las embestidas sin sufrir demasiados apremios, sino que al cierre de la inicial dieron la impresión de tomar la manija del partido, vía balones a los costados y centros para Marcel Hernández.
El pitazo de tregua sorprendió a los actores tratando de romper el 0 a 0. Y, apenas al recomienzo, fue la Liga la que quebró la paridad (46′).
Habilitado por un pase quirúrgico de Aarón Suárez, Alonso Martínez fusiló a Gabriel Alpízar con toquecito billarístico, colocadito, en la esquina siniestra del arquero.
Los Toros, heridos, se fueron encima con más pundonor que ideas, y la Liga lució más táctica y madura de lo que se pensaría por su promedio de edad en cancha; los manudos estrecharon espacios y repelieron los envíos locales.
Alajuelense llegó a 33 puntos, allá arriba, muy lejos de los demás; San Carlos, se estancó en 19 en su lucha por tratar de clasificar, cruzando los dedos para que sus rivales en tal batalla no ganen y se le escapen.
Los manudos no pierden desde hace 24 fechas por campeonato nacional.