Médicos de la UCR tienen listo primer modelo de ventilación no invasivo para atender pacientes COVID-19
El respirador que crearon los médicos de la Universidad de Costa Rica no requiere de energía eléctrica para funcionar y ya cuenta con todas las pruebas preclínicas superadas y los parámetros de seguridad comprobados.
Al Fluxus Mask, como se llama el dispositivo, le falta la autorización final del Ministerio de Salud para que puedan producir en masa y el financiamiento para conseguirlo, según indicó la Universidad de Costa Rica por medio de un comunicado de prensa.
Los doctores involucrados en la realización del ventilador son el Dr. Jean Carlo Segura Aparicio y la Dra. Lizbeth Salazar Sánchez, Directora de la Escuela de Medicina de la UCR; así como el Dr. Olman Coronado García, terapista respiratorio de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Además, contaron con el apoyo de Miguel Imbach Bartol y Pablo González Lucas, quienes colaboraron desde la empresa privada.
Según el médico Segura, entre las ventajas de este respirador está que no se debe entubar al paciente y que tiene una máscara de aislamiento para la persona enferma por lo que reduce el riesgo de contagio.
“El dispositivo es práctico, robusto, de fácil utilidad. Se conecta a cualquier toma de oxígeno que se encuentre en cualquier clínica u hospital de nuestro sistema de salud y además no requiere ni electricidad para funcionar. Puede ser reutilizable esterilizado para otro paciente y da un confort por su ergonomía con el rostro del mismo”, dijo.
“Ya se ha probado en distintas fases y nosotros estamos seguros de brindarlo a los pacientes COVID-19 de nuestro país o de afuera”, agregó.
La Dra. Lizbeth Salazar Sánchez, Directora de la Escuela de Medicina de la UCR, manifestó que además un aspecto positivo de este equipo es que la mayoría de las piezas se encuentran en la Caja, por lo que sin problema se puede ensamblar en el país.
“Lo importante de este dispositivo es que es realmente fácil de ensamblar, se puede transportar también, muy sencillo. No es un equipo pesado y también las piezas se consiguen, algunas de ellas, dentro del sistema mismo del Seguro Social de esta manera nosotros podremos ensamblar este equipo en Costa Rica en el momento que realmente se necesite”, afirmó.
Otro punto positivo, según la doctora, es que se puede adaptar para atender a pacientes que además de COVID-19 presenten problemas asmáticos.
“A este dispositivo también se le puede agregar una piecita para que le dé nebulización, recordemos que muchos pacientes llegan por asma y si tienen COVID-19 expondría a una mayor infección, pero con este equipo se podría lograr también atender a esos pacientes con problemas asmáticos”, manifestó.
Además, el fácil traslado permitirá poder llegar hasta zonas rurales y dar la atención necesaria a los ciudadanos de esas zonas, comentó Salazar.
El doctor Segura, por último mencionó que un gran beneficio de este mecanismo es su costo ya que según él los respiradores tradicionales tienen un costo de $10.000 o incluso a veces más y que el dispositivo que ellos realizaron tiene un costo de cinco veces menos, $2.000.
*Fotografías: Laura Rodríguez