Fútbol Nacional

Miguel Ajú: El arquero manudo de tres ascendencias regresa a su casa con otro ‘estatus’

Su familia materna es de origen chino y su padre es un exfutbolista colombiano al que ve poco. Creció en Alajuela y a la Liga llegó cuando apenas tenía 6 años, escalando cada categoría con constancia, la palabra que se tatuó en la piel. Aunque confiesa, en algún momento se sintió «rezagado», hoy llama la atención por sus atajadas y algunos manudos perciben que, en la próxima campaña, podría ponérsela difícil a Moreira. 

 
En el brazo izquierdo de Miguel Ajú se lee una frase escrita con letras chinas, símbolo del rasgo principal de su personalidad, pero también de sus raíces. 
 
‘Constancia y trabajo duro’, es la traducción del tatuaje del guardapalos de 21 años, de familia materna china y padre colombiano, pero nacido en Alajuela.
 
A la Liga llegó apenas a los seis años, a la escuela de fútbol del club, y desde que se colocó los guantes por primera vez, entendió cuál era su camino.
 
Su primer apellido, Ajú, es asiático; es el de su abuelo materno, pues con su padre apenas mantiene contacto. Se trata de Nixon Pérea, un cafetero que jugó con la Liga a mediados de los 90’s y luego partió del país.
 
Miguel se crió con su madre, una estilista que le permitió llevar una vida relativamente tranquila, enfocada en el fútbol y que, a trompicones, le permitió debutar con los rojinegros hace ya rato, en un partido contra Herediano.
 
A priori, el camino del joven se desvió por la ruta difícil.
 
Tras su debut, regresó al alto rendimiento, luego jugó con el equipo de Rosario de Naranjo en la Liga de Ascenso, fue tercer portero manudo, partió al balompié de China y se regresó rápido.
 
A sus 21 años, le llegó la oportunidad que tanto anhelaba: Salir a préstamo a otro club de Primera, afianzarse, para luego recibir un nuevo chance en el club de su vida, esta vez con otro ‘estatus’.
 
Ajú reconoce, andaba buscando su gran chance desde hace rato, pero fue el equipo de la Península el que lo aceptó para reforzar su portería.
 
Lo intentó en el fútbol asiático, pues hizo los trámites para nacionalizarse chino, dado que su abuelo nació en este país y ya tenía un arreglo con su equipo en Shanghai para quedarse allá, pero al final la documentación legal se complicó.
 
En cambio, con Leonel Moreira adelante suyo, las posibilidades en Alajuelense disminuyeron hasta el mínimo cuando volvió al país y prácticamente se tuvo que conformar con entrenar y aprender de sus compañeros de equipo.
 
 
El joven miraba cómo otros futbolistas ya ganaban minutos en la máxima categoría, un sentimiento que reconoce «frustra de vez en cuando».
 
«Hace mucho que uno se siente rezagado, miraba a compañeros que había tenido en la Liga y ya estaban jugando y uno todavía no, pero ahora puedo decir lo contrario, el momento llega para el que sabe esperar», contó Ajú.
 
Y esperó mucho, incluso en Jicaral, cuando comenzó la campaña como el suplente de Alejandro ‘Chavo’ Gómez.
 
Un día le llegó su chance y desde ese momento no la soltó. Con llamativas tapadas y partidos redondos, se ganó que un sector de la feligresía manuda lo pidiera de regreso. Y el club los complació.
 
Llama la atención. El crecimiento mediático, tras pasar casi desapercibido en los últimos años, Ajú se lo toma con calma, aunque confiesa, su gran ambición es afianzarse en Alajuelense en algún momento.
 
No pone plazo.
 
«He vencido muchas cosas personales en el tema de confianza, de miedo y de saber qué es lo que quiero, que es llegar a consolidarme en un equipo grande como la Liga», contó Ajú.
 
«A nivel personal siempre he estado y siempre estaré preparado para lo que Dios tenga en mi camino, pero solo él sabe mi camino. Desde que he estado en la Liga aprendí de Patrick (Pemberton), de Leo (Moreira). Desde que estaba en la Liga, Leo me corregía cosas técnicas o táctica», confiesa Ajú, en entrevista con ‘Columbia’.
 
Debutó prematuramente con los erizos en un duelo contra el ‘Team’ y desde aquel momento, reconoce que le quedó una ‘espinita’ de vestir nuevamente de rojinegro.
 
Hoy en día, se toma con cautela las declaraciones de la afición que, en algunos casos, percibe que está listo para pelear el puesto con Moreira.
 
Fanático del análisis de videos de porteros del exterior, Ajú afirma que invierte la mayoría de su tiempo en entrenar, estudiar para aprobar los exámenes de bachillerato del colegio y observar cómo entrenan los arqueros del mundo.
 
Aún cuando creció en Alajuela, sus tíos y mayoría de familiares son de Pilas de Canjel, la tierra de Rónald ‘La Bala’ Gómez.
 
Es Miguel Ajú, el joven arquero que busca su lugar en el arco manudo.

Jose Pablo Alfaro

Periodista y editor web de Deportivas Columbia con más de 11 años de trayectoria en medios de comunicación. Laboró en ADN Radio, el periódico Al Día y la sección 'Puro Deporte' de 'La Nación'. Fue corresponsal de ESPN Deportes Radio para Costa Rica durante nueve años. Bachiller en periodismo, con un diplomado en periodismo deportivo y una especialidad en metodología de fútbol base en MBP School of Coaches. Mención honorífica en premio a periodista del año en 'La Nación' en 2017. Ganó premio internacional 'Pasaporte Abierto' en la categoría originalidad.

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