La agencia Moodys mantiene la misma calificación de riesgo para Costa Rica de B2 que le dio en junio, aunque la perspectiva pasa de estable a negativo, por la incertidumbre en cuanto a las finanzas públicas del país.
Significa que hay alto riesgo crediticio con una calidad pobre del crédito.
La principal preocupación tiene que ver con temas de liquidez y fuentes de financiamiento.
Para el economista, Gerardo Corrales es un alivio la noticia aunque asegura que se debe resolver lo antes posible con acciones como ir al Fondo Monetario Internacional.
Corrales agrega que se debe insistir en las reformas que realmente bajen el gasto público.
El economista señala que en paralelo se debe trabajar en la reactivación económica y reestructuración del Estado para aprovechar otros factores coyunturales positivos, como la reducción del desempleo y aumento de la confianza del consumidor.
