El niño de cinco años que murió este jueves en una casa en Sabanilla de Alajuela tenía «desnutrición severa, escoriaciones, alopecia (pérdida de cabello), moretes, golpes y algunas heridas que eventualmente impresionan ser quemaduras», informó el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Walter Espinoza.
Explicó que la condición del cuerpo del menor debe verificarse en la autopsia que se realizará la tarde de este jueves.
«(Las lesiones) nos dan un panorama no muy halagüeño de lo que pudo suceder con el menor. De alguna manera nos acercan a un síndrome de Niño Agredido que puede ser también el factor detonante de este hecho», manifestó el jefe policial.
«Sin embargo advertimos que hasta que no se practique la autopsia y finalicemos las entrevistas no podemos dar ningún dato concreto», añadió.
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El padrastro del pequeño, de apellido Pérez y la madre, de apellido Marroquín, fueron detenidos. La Fiscalía Adjunta de Alajuela les abrió una investigación por homicidio calificado como sospechosos de haber asesinado al niño.
En el transcurso de la tarde, se les tomará la declaración indagatoria y, posteriormente, se evaluará la solicitud de medidas cautelares.
El reporte preliminar de la Fiscalía agrega que el menor presentaba «quemaduras, cicatrices antiguas y una lesión en el labio superior».
La familia es de origen salvadoreño. La madre tiene 22 años de edad y el padrastro 25. Estaban en condición de refugiados en Costa Rica desde setiembre del 2018.
