El Organismo de Investigación Judicial, informó que están manejando el caso de la joven Allison Bonilla con una hipótesis de homicidio.
De acuerdo con Walter Espinoza, director de la policía judicial, se ubicó en una finca en Ujarrás, un rastro de sangre de 140 metros que coincide con el ADN de la joven desaparecida.
«La incautación de un vehículo fue importante para la investigación. Se ubicó sangre humana compatible con ala joven Allison Bonilla», explica Espinoza.
El jefe policial aclaró que todavía no han logrado identificar la ubicación del cuerpo.
Bonilla fue vista por última vez el 4 de marzo.
Por este caso, el OIJ detuvo a un hombre de apellidos Sánchez, que es el principal sospechoso, ante la posibilidad de que abandonara los sitios donde estuvo en las últimas semanas.
