Fútbol Nacional
Opinión: El detrás de cámaras del «fuera Rónald» y «que se vayan los viejos'»
Me sería muy fácil disparar contra todo (y quedar bien con la mayoría), pero en cambio, lo haré como francontirador. Voy a ofrecer mi posición a las 3 frases más recurrentes que leo en redes sociales sobre la ‘Tricolor’.
«Prensa acomodada», «¡Fuera Rónald!», «Los jugadores no sirven para nada». A decir verdad, estas son las frases más comunes que se leen en redes sociales cuando se opina sobre la ‘Sele’. ¿Es comprensible? Quizás sí para un sector de la afición; hay molestia y lo natural es disparar contra todo.
Sin embargo, no creo en las posiciones extremas y menos en dejarse llevar por corrientes mediáticas, sin analizar con antelación todas las aristas posibles. Y cuando digo ‘todo’ significa lo bueno y malo, las consecuencias negativas y positivas de cada acto y lo que acarrea cada decisión en el fútbol.
No se trata de sacar la ametralladora y disparar contra todo aquello que se ponga en frente, sino más bien de elegir como ‘francotirador’ que es lo que realmente está fallando para acertar y corregir de inmediato.
Y, quizás, valga la pena hacer un ejercicio 100% transparente sobre esta ‘Sele’, con una argumentación clara, sin posiciones ‘acomodadas’ basadas en lo que piensa la mayoría.
Para mí sería muy fácil disparar contra todo (y quedar bien con la mayoría), pero en cambio, lo haré como francontirador. Voy a ofrecer mi posición a las 3 frases más recurrentes que leo en redes sociales sobre la ‘Tricolor’:
Frase 1: «Los veteranos hay que quitarlos, hay que abrir campo a los jóvenes».
Costa Rica sigue necesitando a algunos de los veteranos (no a todos), es nuestra realidad.
Básicamente, la permanencia de los futbolistas de experiencia nace de una necesidad: El relevo generacional no se hizo a tiempo y aún se depende de la base de Brasil 2014.
Contrario a otras selecciones del área, Costa Rica descuidó a la camada que hoy en día tiene entre 25 y 28 años, que es la que debería asumir el peso de la ‘Tricolor’ en esta eliminatoria. De esta generación no se rescata a casi ningún futbolista, pues equivale a un proceso abandonado, que se quedó fuera de los mundiales menores y, por lo tanto, se perdió en el camino.
Esto quiere decir que hay un hueco generacional entre los veteranos y los jóvenes que vienen desde atrás. Es una realidad inobjetable.
¿Y por qué entonces no asumen el peso los más jóvenes (básicamente, los de la Sub-23)? Pues porque no están listos. La pandemia y la era de Gustavo Matosas, así como algunas malas decisiones de Rónald González en la elección de futbolistas, impidieron que se les diera el rodaje necesario para llegar listos a la eliminatoria.
No cualquier jugador es capaz de pesar en una eliminatoria. Según estudios FIFA, la edad promedio de un futbolista para disputar un torneo clase A (un mundial o una ruta mundialista) es entre los 26 y 28 años.
Justamente por este factor: Se necesita acumular millas y minutos durante un espacio prolongado de tiempo.
Por si fuera poco, la mayoría de los jóvenes juegan en el balompié local, en donde la intensidad no se acerca a la exigencia internacional. Si al menos fuesen legionarios destacados en Europa, sería otra historia.
Frase 2: «Hay que quitar a Rónald ya»
Trabajar en selección trae consigo una consecuencia: Cuesta un mundo armar una base y acumular horas de trabajo, pues solo se dispone de las fechas FIFA. Es decir, seis o siete prácticas cada ciertos meses.
Por eso es contraproducente romper los procesos. Consiste básicamente en empezar de cero, volver a armar equipo y preparar el funcionamiento colectivo, cuando ya queda muy poco tiempo para la eliminatoria.
Es cierto, Rónald se ha equivocado y también se puede discutir si cuando llegó a la ‘Sele’, tenía éxitos recientes que le permitieran asumir el cargo. Es decir, si era la pieza idónea para armar este complejo rompecabezas.
Sin embargo, se deben medir las consecuencias de romper un proceso de nuevo, sobre todo cuando es más que evidente que Costa Rica está ante una de sus generaciones más débiles en mucho tiempo, pues hay muy pocos legionarios de peso en el fútbol del Viejo Continente y un problema generacional serio.
También lamento decirles que hay poco presupuesto en la Fedefútbol con respecto a las selecciones o clubes de Suramérica.
Es decir, automáticamente se descartan un buen número de estrategas con los que muchos aficionados sueñan, pero son imposibles de pagar.
Y el fútbol local tampoco ofrece garantías. Comprendo que la mayoría de los aficionados considera que Rónald debe irse ya; desde mi óptica, debería haber evaluación de los pros y contras que determine si esa es la mejor opción o no.
Frase 3: «En el fútbol local hay jugadores mejores…»
Creo que hay que ubicarse. Nuestro fútbol juega a otra velocidad y, por lo tanto, la base de la ‘Tricolor’ debe venir del exterior como sucedió en los últimos dos procesos. Lamentablemente, hoy en día hay pocos legionarios en ligas top.
Se pasó de tener a futbolistas en torneos de élite en el Viejo Continente, a una mayoría de futbolistas en el certamen de la MLS que, de todos modos, supera en dinámica a la liga costarricense.
Es evidente que la Nacional tendrá jugadores del plano local (hoy en día no alcanza solo con legionarios), pero debe prevalecer la base del exterior.
Dejemos de pensar que porque un futbolista hace cuatro o cinco partidos buenos en Costa Rica, ya le alcanza para portar la camiseta de la ‘Sele’.
Y menos en una eliminatoria mundialista.
José Pablo Alfaro: Periodista y editor web de Deportivas Columbia con más de 11 años de trayectoria en medios de comunicación. Laboró en ADN Radio, el periódico Al Día y la sección ‘Puro Deporte’ de ‘La Nación’. Fue corresponsal de ESPN Deportes Radio para Costa Rica durante nueve años. Bachiller en periodismo, con un diplomado en periodismo deportivo y una especialidad en metodología de fútbol base en MBP School of Coaches. Mención honorífica en premio a periodista del año en ‘La Nación’ en 2017. Premio Internacional ‘Pasaporte Abierto’ en categoría Originalidad’.