PANI llama a atender cambios de conducta o depresión en los menores por la pandemía
La depresión, el estrés, la ansiedad, el temor a enfermarse o a perder un ser querido también lo viven los menores de edad, en medio de esta emergencia sanitaria que vive el país y el mundo.
El Patronato Nacional de la Infancia registró el año pasado 1.345 atenciones por motivos de ideación suicida, por medio del Centro de Orientación e Información del PANI.
El Centro Nacional de Intoxicaciones reporta, de marzo del año pasado a febrero de este año, 2.290 intoxicaciones cuyo motivo sería el suicidio.
El PANI lanzó una campaña en redes sociales con nombre “Sí a la vida” para prevenir estos hechos. La presidenta de la entidad, Gladys Jiménez, hace un llamado a las familias para estar más cerca de sus hijos y tomar medidas preventivas.
La entidad mantiene la línea gratuita 1147 y el WhatsApp 8989-1147 y la línea 9-1-1.
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Las oficinas del PANI se mantendrán abiertas en la primera parte de la semana, mientras que la atención de emergencias e incidentes se mantiene todos los días, 24 horas.
Señales de alerta.
El PANI brinda diez recomendaciones a las personas adultas para atender estos casos, causado por la pandemia, en niños, niñas y personas adolescentes. Algunos consejos son:
Un entorno familiar adecuado es muy importante. Una familia que transmita seguridad y apoyo es la mejor estrategia para la prevención. El sentido de pertenencia a un grupo familiar que protege y escucha a sus miembros es clave.
Los amigos, amigas y el grupo de iguales pueden contribuir para identificar algún riesgo. Mantener buenas relaciones y contacto con las amistades y relaciones sociales de los hijos e hijas, puede ser una forma de prevenir y de tener acceso a información importante. Las redes sociales también son parte de este ámbito.
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Es importante estar alerta ante cambios inesperados de conducta, a la dificultad para concentrarse, falta de energía, cambios en el apetito y, es básico mantener una comunicación fluida en la familia.
No se deben subestimar las intenciones suicidas ni los pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte. Si se llega al punto en que la persona plantea la posibilidad del suicidio y lo manifiesta abiertamente, se debe acudir inmediatamente a la ayuda profesional.
Las personas jóvenes deben sentir y saber que tienen a quien recurrir y verse respaldadas por personas significativas para él o ella.
Propicie un entorno donde las personas jóvenes puedan expresar sus sentimientos y preocupaciones, sin que se sientan juzgadas o señaladas.
Las personas menores de edad necesitan sentirse rodeadas de personas adultas responsables, que les escuchen y acompañen en la búsqueda de soluciones.
Las conductas autodestructivas también se presentan en otras formas como consumo de drogas, aislamiento, tomar medicamentos sin prescripción o justificación médica. Si observa estas conductas en sus hijos o hijas, pregúntele si se está sintiendo mal o si ha pensado en quitarse la vida.
Edúquese con respecto a los mitos y las señales de la ideación suicida. No tenga miedo a conversar acerca del tema y a preguntar. No subestime las alertas que identifique. Recuerde que el suicidio se puede prevenir.
Establezca una red de apoyo. Esta debe estar conformada por amistades, familia, instituciones u organizaciones locales, que pueden apoyarle, brindándole información o poniendo a su disposición terapias, grupos de apoyo, servicios médicos o psicológicos.