Arquero suplente en 15 partidos con el Celta en la pasada campaña, Sequeira fue convocado para enfrentar al Real Madrid y el Barcelona. Tras recibir la nacionalidad española, arquero contó sus experiencias, en cuenta el llamativo intercambio de casacas con los jugadores blancos y catalanes.
La temporada 2021 marca un antes y un después en la carrera del cancerbero Patrick Sequeira. El brinco al Celta de Vigo le permitió acumular múltiples partidos con el equipo filial, en donde se convirtió en figura, pero también fue convocado para reforzar el plantel estelar en 15 enfrentamientos de la Liga Española.
Sequeira fue convocado para los cotejos ante el Real Madrid y el Barcelona, dos experiencias deportivas que define como únicas.
A causa de la pandemia, los futbolistas de ambos equipos se sentaban en la gradería de los estadios en lugar de en los banquillos, lo que le permitió estar muy cerca de jugadores que, solo unos meses atrás, miraba por la televisión.
«Fue una experiencia increíble. Yo iba viendo todo contra el Real Madrid, estaba viendo a jugadores de talla mundial, no me lo creía. Estábamos casi pegados los del Celta con los del Real Madrid y claro, yo estaba ahí a la par de Marcelo, y de un montón de jugadores», contó Sequeira a ‘Columbia’.
Además de la experiencia de estar en el banquillo contra los dos clubes más grandes de España, Sequeira salió de ambos partidos con un buen recuerdo.
El futbolista le pidió la camiseta a dos jugadores del Real Madrid. Al cancerbero belga Thibaut Courtois y al atacante brasileño Vinicius Júnior.
También recibió la casaca al cancerbero del Barcelona, Marc-André Ter Stegen, quien lo tomó por sorpresa con una frase, cuando se acercó a pedírsela.
«Yo llegué y le pedí la camiseta, pero jamás pensé que Ter Stegen me fuera a pedir la mía. Ter Stegen me preguntó, ¿no me vas a dar la tuya? Y la verdad yo quedé sorprendido, que un jugador como Ter Stegen me diga eso, fue increíble la verdad, entonces intercambiamos camiseta», contó Sequeira.
El guardapalos tico nunca imaginó que el alemán le pidiera su camiseta.
«Fue un gesto bonito para un portero como yo que estoy creciendo», afirmó.
En otro juego, Sequeira también intercambio de camiseta con el defensor del Levante, también tico, Óscar Duarte.
Rodaje y crecimiento. Sobre el rodaje acumulado en el Celta, el portero afirma que «es una de las mejores experiencias» de toda su vida, pues compartió vestuario y trabajó en las prácticas junto a futbolistas de primera categoría.
Tras culminar la campaña, después de ser trascendental en el Celta B, Sequeira no pudo renovar su contrato a préstamo con el club, pues aún no tenía la nacionalidad española y, en cambio, era jugador extracomunitario.
Esta realidad limita las posibilidades de los futbolistas jóvenes del extranjero, dado que hay un cupo limitado de extracomunitarios en el plantel.
Por esta razón, regresó al Real Unión de la Segunda B, el equipo dueño de su ficha y al que saltó cuando partió al Viejo Continente, hace ya cinco años.
Sin embargo, la semana pasada recibió la noticia de que, por fin, le aprobaron la nacionalidad española, un requerimiento que incrementa sustancialmente las posibilidades de que salte a una mejor liga, o equipo en el corto plazo.
La idea de Sequeira es recuperar el ritmo de competencia en el Real Unión, tras recuperarse de la lesión que sufrió con la ‘Sele’ durante Copa Oro, y posteriormente saltar a un certamen de mayor nivel.
«Yo creo que es algo importante porque ya uno no ocupa plaza de extranjero en Primera o Segunda y la verdad que eso ayuda bastante», detalló.
Aún cuando ha recibido ofertas de equipos del fútbol tico, Sequeira se enfoca en mantenerse en España. El limonense de 22 años y 1,91 cree que el nivel en el Viejo Continente es muy superior, sobre todo para los arqueros.
«Cambian muchas cosas, tienen un método de trabajo diferente al de Costa Rica, es más táctico, es más rápido y todo ese tipo de cosas pesan. Se trabaja mucho en el juego aéreo. Me tocó estar en dinámica de Primera División con el Celta y el cambio con respecto a la Primera de Costa Rica es mucho, es demasiado la verdad», concluyó Sequeira.
