Preocupa que rival disfrazado haga que castiguen a otro club por racismo
El presidente de Unafut, Julián Solano, pegó el grito al cielo contra algunos aspectos de la Ley contra la violencia y el racismo en el deporte.
A juicio de Solano, deja portillos abiertos para la corrupción.
Dijo que no se puede «obviar que un aficionado se meta a un estadio vestido con el uniforme de otro equipo, es fácil». Se preguntó cómo podría detectarse algo así.
En declaraciones al programa Encuentro Deportivo (Radio Columbia, de lunes a viernes a las 10.30 a.m.), Solano amplió que un aficionado que grite improperios racistas le puede generar al equipo local una sanción de siete fechas y hasta de una temporada completa.
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Pero, ¿y si ese aficionado en realidad simpatiza con un equipo rival y lo que quiere es perjudicar al club sede? ¿Lo mejor no sería hacer caer todo el peso de la ley sobre el individuo, y no tan pesadamente sobre el equipo?
«Esto es totalmente desproporcionado», se quejó Solano. «El club tendría que ir ante el Ministerio de Seguridad ha demostrar que hizo todo para que esa persona no gritara».
«Imagínese que una dama, que no se puede requisar, saque una pancarta con temas racistas y discriminatorios», amplió el dirigente.