Quesada afirma en ocasiones estar entre la espalda y la pared en temas de arbitraje y como directivo
Walter Quesada exárbitro y miembro de la junta directiva del Club Sport Cartaginés aseguró en Columbia, que a él estima el gremio arbitral y a veces le toca apaciguar las aguas entre ambas partes.
“Sí, la verdad que sí, pero ellos tienen razón. Yo es que soy más diplomático aparte que estimo el gremio arbitral. Nada más que hay cosas en la dirigencia con los compañeros acá en Cartago, Leonardo Vargas y Adrián Jiménez, que son los que han puesto el dinero y tienen un patrimonio que ellos tienen que estar defendiendo porque el árbitro les está haciendo daño directo a ellos pero yo trato de apaciguar todo el asunto”, manifestó Quesada a la Mundialista.
El exárbitro confesó que los errores siempre van a existir y que él podría poner las manos sobre fuego asegurando que no son por mala intensión, pero señaló que a los referis les falta seguridad.
“Lamentablemente yo lo veo normal, pero el problema es cuando el árbitro influye en el marcador. Como le digo a los compañeros (de la junta directiva), que a veces se me tiran encima, pero ya uno después de estar ahí tantos años pongo las manos en fuego de que no hay mala intensión, ¿por qué sino cuantas malas intenciones pude haber tenido yo?”, indicó.
“Lo que siento yo es que los árbitros de hoy en día van a tener que mentalizarse de que se sanciona todo, todo, todo lo que está viendo porque las cámaras lo van a apoyar. Al árbitro le falta esa seguridad para que se den cuenta que aunque estén en Jicaral, Limón, Saprissa, Alajuela, Heredia, etc, se vaya a sancionar lo mismo. Los agarronazos en el área que no los hemos podido dominar que en todos los partidos se juegue lo mismo”, añadió.
Quesada también puso por ejemplo el tema del “minuto de hidratación” diciendo que cuando se da deberían al menos reponer tres minutos. Para él, nunca se respeta que sean solo 60 segundos, sino hasta dos o más minutos, pero solo se repone uno. Esa situación más las sustituciones de jugadores deberían de significar al menos cinco minutos de reposición, según el directivo brumoso.
Por último, en la conversación con la Mundialista Walter Quesada confesó que él sí es del pensamiento que un dirigente puede hablar con la Comisión de Arbitraje y exponer la molestia con un silbatero, pero que la Comisión hace mal al luego imponerlo, situación que afirma vivió como por 25 años.
“Yo soy de la idea que como dirigente puede llamar al presidente o miembro de la Comisión de Arbitraje y decirle yo no quiero a fulano, entonces la Comisión puede medirse desde tal punto de vista ser precavido, pero no lo que a veces se da. Yo oigo que fulano dice no quiero a este o este y se los imponen”, concluyó Quesada.