Santos: «Se trabaja con las uñas»
El encargado de la liga menor del Santos de Guápiles, Alberto Moraga, detecta el problema de la formación de los prospectos en Costa Rica en los inicios del niño, es decir, en las conocidas escuelas de fútbol. Esta es la posición del club en el trabajo ‘cantera enferma’, investigación de ‘Columbia’ que explora las razones por las que el país no consigue que sus prospectos debuten temprano y se afiancen.
¿Puesto que más les cuesta encontrar?
Lateral izquierdo.
¿Hay en la liga menor de su equipo un típico ‘9’ nominal, con buena estatura y biotipo internacional?
En liga menor hay un solo delantero que tiene estas características.
¿Cuál es la posición del campo en la que más aparecen jugadores?
Volante 5 (contención) y volante 8 (mixto).
Posición del Santos. El encargado de la liga menor del Santos de Guápiles, Alberto Moraga, detecta el problema de la formación de los prospectos en Costa Rica en los inicios del niño, es decir, en las conocidas escuelas de fútbol.
¿Por qué razón? Estas escuelas son vistas como un negocio por los clubes, pues ingresan recursos por la venta de uniformes y matrícula. Sin embargo, el joven recibe una formación demasiado básica, cuando debería ser clave.
La formación en los niños es básica porque, habitualmente, solo entrenan una vez a la semana y listo, un tiempo insuficiente para desarrollarlos.
Antes los niños y jóvenes compensaban la falta de entrenamiento con las horas en cancha en las plazas, lo que les permitía pulir naturalmente sus condiciones.
Sin embargo, todo cambió en los últimos años por un tema de seguridad e incluso de prioridades de los padres. Ahora, los prospectos juegan menos fútbol y, por lo tanto, necesitan más entrenamiento para crecer futbolísticamente.
Un trabajo especial de ‘Columbia’ pretende explorar y profundizar en las razones por las que Costa Rica no consigue que sus prospectos debuten a más temprana edad (17 años) y se consoliden, como sucede en otros países.
Moraga afirma que en las escuelas de iniciación está el problema, pues la mayoría de niños crecen con bases débiles y solo progresan a los equipos élites aquellos jóvenes con un talento innato.
Pero, a pesar de su talento, ya arrastran deficiencias de su pasado.
Al final, los que se imponen son aquellos talentos de zonas muy alejadas, en las que todavía es una costumbre salir a jugar fútbol a diario.
«Aquí es una lucha con los muchachos, del 100% de los futbolistas que tenemos, solo el 15% son de Guápiles, el resto son de zonas muy rurales, en los que la plaza está frente a la escuela y se mejenguea mucho. Hay muchos empujando duro de la Francia y el Cairo en Siquirres», detalló Moraga.
Al final, se desperdician muchos años de formación, pues Moraga explica que hay niños que aún a los 10 años de edad, hay que enseñarles a correr.
«Ahora es muy difícil, antes podíamos encontrar prospectos que jugaban hasta en potrero, todo mundo quería ser como los ídolos. Se jugaba en las calles, en las canchas abiertas, ahora es muy difícil», concluyó Moraga.
Al mismo tiempo, el entrenador explica que hay pocos recursos para contratar a entrenadores licencia A que tengan el conocimiento necesario.
Habitualmente, los equipos son dirigidos por personas entusiastas, pero no necesariamente por entrenadores con licencia para formar a los talentos.
«Nosotros acá hemos tenido muy buenos jugadores trabajando con las uñas», comentó Moraga.