Silbidos, insultos, abucheo: Combustible que energiza a Esteban Alvarado
«Yo vivo mucho el futbol, soy muy apasionado. Yo lo vivo con intensidad, hay gente que lo malinterpreta».
A Esteban Alvarado le encanta ser el foco de atención en los estadios rivales. Es como aquel villano de los cómics de Marvel, Sebastian Shaw, que posee la capacidad de absorber energía y transformarla en fuerza bruta.
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Si a Shaw le tiran balas, electricidad, rayos láser o bombas nucleares, no le pasa nada; al contrario, alimenta su poder. Así le pasa al portero del Herediano con los silbidos y hasta con los insultos.
Por eso salta al campo de juego viendo a la afición rival, acercándosele, como deseoso que le lancen animadversión para llenar su tanque de combustile psicológico.
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«Me llenó mucho que todo el estadio se enfocara en mí, me lo tomé como recarga, con positivismo», dijo con respecto a sus dos visitas al Estadio Morera Soto, de Alajuela, este temporada.
Eso sí, aclaró que él no es de ofender ni nada por el estilo. «Yo trato de estar al margen de eso, yo sé por dónde va el asunto. Mejor yo me concentro en la cancha. Prefiero hablar en la cancha y durante la semana que hablen lo que quieran».